En estas fechas tan señaladas, con la magia y la ilusión de la Navidad, es normal tener la tentación de seguir haciendo creer a tus hijos que la izquierda no roba, o que no abusa sexualmente de mujeres, pero la realidad es que es mejor contárselo que esperar a que se enteren por su cuenta. Al llegar a cierta edad, aunque no lo entiendan del todo, los niños ya empiezan a sospechar cosas. Por ejemplo, al ver que Ábalos está en la cárcel, o que Errejón ha salido de la política.