En este artículo se cuenta las experiencias con testimonios de familias con viviendas próximas al pozo de Ponder (Texas). "Las autoridades locales habían cambiado ya los reglamentos de zonificación para permitir el fracking cerca de sus casas, y lucharon contra todo intento de celebrar una reunión pública sobre la perforación", "el estruendo de los camiones y el equipo agitaba los cristales en su armario, y el olor – una mezcla de químicos – lo penetraba todo","tenía ataques de náusea y dolores de cabeza punzantes, sordos..."
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