#2 Tienes razón, pero la resignación es la victoria para Monsanto. ¿Por qué tiene Monsanto tiene derecho a ponernos las condiciones? ¿Por qué Monsanto tiene que decirnos qué cultivar y qué comer? ¿Hemos perdido la libertad? Si la hemos perdido debemos luchar por ella. Ya me imagino los titulares de aquí a 50 años "Los desgraciados y sumisos de nuestros abuelos son los responsables del desastre ecológico y alimenticio" Lo siento tengo conciencia crítica y pienso en los que vendrán detrás. Si pensamos que hemos perdido, evidentemente ya lo habremos hecho.
Esto no es una economía liberal, es una economía neoliberal. Donde "el dejar hacer" se salta cualquier valor humano anteponiendo el dinero por encima del futuro de la dignidad humana. Lo digo porque filosóficamente soy liberal, pero esto es otra cosa, esto es la dictadura de las multinacionales, las cuales están deslocalizadas, no así los afectados.
Deberían preguntarles a los agricultores estadounidenses los efectos secundarios de 50 años utilizando productos vendidos por Monsanto, Dupont, Union Carbide... ¡Esto no interesa Srs. directivos de Monsanto! ¿verdad? Publicitar lo que interesa y ocultar los efectos perniciosos para la salud, el equilibrio, el desarrollo sostenible, el respeto por la biodiversidad, la economía rural a largo plazo, siempre ha sido la política de esta y otras multinacionales. Ya veremos de aquí a diez o veinte años maldecir la dependencia casi esclava de los agricultores hacia Monsanto. Es lo que tiene ver la rentabilidad en el día de hoy y olvidarse de los malos efectos en el día de mañana.
Y los gobernantes (que no mandatarios, o legisladores para el interés de las futuras generaciones) como de costumbre mirando hacia otra parte.
¡Qué remedio! No hay otra opción. Hoy en día es difícil encontrar semillas naturales.
El problema es muy gordo: tradicionalmente se guardaba parte de la cosecha para sembrar el año siguiente. Los genes de las semillas transgénicas de Monsanto están patentados.
De esta manera, cada año tendrás que pagar por la patente; da igual que guardes semillas de un año para otro: las semillas pertenecen a Monsanto. Y si te aventuras a hacerlo, te arriesgas a demandas judiciales.
Así que el beneficio económico de los transgénicos no es para el agricultor, es para la multinacional.
Tengo entendido que hay proyectos para recuperar semillas originales encontradas en yacimientos arqueológicos. También se investiga en la India, donde, al parecer, no habían entrado las transgénicas hasta ahora.
El problema es que las no-transgénicas acaban contaminándose por polinización. Así que el futuro es oscuro (y muy claro para Monsanto).
#3 Soy pesimista en el asunto, pero estoy de acuerdo contigo: al menos, no hay que ponérselo fácil.
Lo malo es que la mayoría de la gente ni se da cuenta del problema. Si no, fíjate en este artículo, que alaba las virtudes de las semillas transgénicas sin mencionar en ningún momento el problema que acarrean.
Lo primero que habría que hacer es dar a conocer lo que las multinacionales de las semillas están haciendo.
Por cierto, esto de las patentes de las semillas me recuerda en cierto modo a las patentes de software, ¿no te parece? Quizá haciendo este paralelismo se pueda implicar más a los bloggers, y éste puede ser un primer paso para llegar al resto de la población.
#4 jejeje lo de las patentes de software y de semillas es igual de calamitoso para el futuro, llevo ya tiempo como agricultor profesional (antes como estudiante en la materia) y ahora como usuario y promotor del software libre. ¡qué me vas a contar!
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#2 Tienes razón, pero la resignación es la victoria para Monsanto. ¿Por qué tiene Monsanto tiene derecho a ponernos las condiciones? ¿Por qué Monsanto tiene que decirnos qué cultivar y qué comer? ¿Hemos perdido la libertad? Si la hemos perdido debemos luchar por ella. Ya me imagino los titulares de aquí a 50 años "Los desgraciados y sumisos de nuestros abuelos son los responsables del desastre ecológico y alimenticio" Lo siento tengo conciencia crítica y pienso en los que vendrán detrás. Si pensamos que hemos perdido, evidentemente ya lo habremos hecho.
Esto no es una economía liberal, es una economía neoliberal. Donde "el dejar hacer" se salta cualquier valor humano anteponiendo el dinero por encima del futuro de la dignidad humana. Lo digo porque filosóficamente soy liberal, pero esto es otra cosa, esto es la dictadura de las multinacionales, las cuales están deslocalizadas, no así los afectados.
Deberían preguntarles a los agricultores estadounidenses los efectos secundarios de 50 años utilizando productos vendidos por Monsanto, Dupont, Union Carbide... ¡Esto no interesa Srs. directivos de Monsanto! ¿verdad? Publicitar lo que interesa y ocultar los efectos perniciosos para la salud, el equilibrio, el desarrollo sostenible, el respeto por la biodiversidad, la economía rural a largo plazo, siempre ha sido la política de esta y otras multinacionales. Ya veremos de aquí a diez o veinte años maldecir la dependencia casi esclava de los agricultores hacia Monsanto. Es lo que tiene ver la rentabilidad en el día de hoy y olvidarse de los malos efectos en el día de mañana.
Y los gobernantes (que no mandatarios, o legisladores para el interés de las futuras generaciones) como de costumbre mirando hacia otra parte.
¡Qué remedio! No hay otra opción. Hoy en día es difícil encontrar semillas naturales.
El problema es muy gordo: tradicionalmente se guardaba parte de la cosecha para sembrar el año siguiente. Los genes de las semillas transgénicas de Monsanto están patentados.
De esta manera, cada año tendrás que pagar por la patente; da igual que guardes semillas de un año para otro: las semillas pertenecen a Monsanto. Y si te aventuras a hacerlo, te arriesgas a demandas judiciales.
Y eso por no hablar de la Tecnología Terminator (http://es.wikipedia.org/wiki/Tecnología_Terminator), un nombre muy peliculero pero bastante certero.
Así que el beneficio económico de los transgénicos no es para el agricultor, es para la multinacional.
Tengo entendido que hay proyectos para recuperar semillas originales encontradas en yacimientos arqueológicos. También se investiga en la India, donde, al parecer, no habían entrado las transgénicas hasta ahora.
El problema es que las no-transgénicas acaban contaminándose por polinización. Así que el futuro es oscuro (y muy claro para Monsanto).
#3 Soy pesimista en el asunto, pero estoy de acuerdo contigo: al menos, no hay que ponérselo fácil.
Lo malo es que la mayoría de la gente ni se da cuenta del problema. Si no, fíjate en este artículo, que alaba las virtudes de las semillas transgénicas sin mencionar en ningún momento el problema que acarrean.
Lo primero que habría que hacer es dar a conocer lo que las multinacionales de las semillas están haciendo.
Por cierto, esto de las patentes de las semillas me recuerda en cierto modo a las patentes de software, ¿no te parece? Quizá haciendo este paralelismo se pueda implicar más a los bloggers, y éste puede ser un primer paso para llegar al resto de la población.
#4 jejeje lo de las patentes de software y de semillas es igual de calamitoso para el futuro, llevo ya tiempo como agricultor profesional (antes como estudiante en la materia) y ahora como usuario y promotor del software libre. ¡qué me vas a contar!