Hace 16 años | Por Piernas a eldia.es
Publicado hace 16 años por Piernas a eldia.es

Un alto cargo comunista en el Tíbet negó ayer que las revueltas del 14 de marzo en Lhasa fueran un ataque de tibetanos contra chinos de la mayoría Han, y para demostrarlo reveló, por primera vez, que tres de los fallecidos eran tibetanos. Se trata de la primera información proveniente de sectores gubernamentales que desmiente la versión oficial. La fuente original es la agencia EFE. (Washington/Pekín). Relacionada:El espionaje británico dice que las revueltas en Tíbet fueron provocadas por soldados chinos disfrazados
Hace 16 años | Por --43861-- a hispanidad.com
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Los violentos altercados que tuvieron lugar en Lhasa el pasado 14 de marzo, y que desencadenaron una [...]

Comentarios

D

#2 Mmm...a lo mejor no hay ninguna evidencia documental porque "casualmente" China expulsó a toda la prensa extranjera,¿no?.

Piernas

Aunque el precedente de Tiannamen es duro. Las disensiones internas de sectores gubernamentales chinos puede ser esperanzador.(...llamadme iluso, please)

Teneate

La cobertura informativa de la actual crisis, ha contribuido a la incomprensión. Los medios globales tendieron a ignorar el hecho de que el 14 de marzo en Lhasa tuvo lugar un violento pogrom a cargo de tibetanos, que arremetió indiscriminadamente contra personas y patrimonios chinos absolutamente inocentes y sin la menor responsabilidad en los dramas de medio siglo de historia tibetana. Esa jornada de disturbios, en la que murieron más de una docena de peatones y comerciantes chinos, incluidos algunos niños y adolescentes, había sido profusa y detalladamente documentada por turistas occidentales en Lhasa, pero fue ninguneada en beneficio de la represión policial, de las previas manifestaciones pacificas de días anteriores, y de otros aspectos. Carentes de escenas de brutalidad policial –las únicas disponibles eran de vandalismo tibetano, y no interesaban- muchos medios globales ofrecieron imágenes de represión policial de manifestaciones tibetanas en India y Nepal.

La propaganda oficial china se aferró a eso como a un clavo ardiendo para tapar, tanto el origen y motivo del descontento tibetano -una historia con miles de muertos e injusticias-, como la represión, anterior y posterior al 14 de marzo, en Lhasa, y en otros lugares. Según el exilio tibetano esa represión arroja un balance de hasta 140 muertos, 80 de ellos en Lhasa, de los que no hay, hasta el momento de escribir estas líneas, ninguna evidencia documental.