En cuanto Amundsen se alejó unos metros, Hanssen se volvió hacia nosotros y nos guiñó un ojo. Todos comprendimos lo que estaba haciendo, pero estoy seguro de que Amundsen ni se enteró. Un par de horas después cuando Hanssen calculó que habíamos llegado nos hizo una señal para que nos parásemos y nos acercásemos a él, Amundsen seguía esquiando por delante. No se había dado de cuenta de nada.
Uno de los motivos del éxito de la expedición de Roald Amundsen (y del fracaso de Scott) fue el uso de perros para tirar de los trineos (y no caballos, por ejemplo, ya que los perros estaban mejor adaptados al clima y trabajo), además en un número bastante superior al necesario (comida con patas que te lleva a donde necesites comerla)
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Uno de los motivos del éxito de la expedición de Roald Amundsen (y del fracaso de Scott) fue el uso de perros para tirar de los trineos (y no caballos, por ejemplo, ya que los perros estaban mejor adaptados al clima y trabajo), además en un número bastante superior al necesario (comida con patas que te lleva a donde necesites comerla)