El Juzgado de Instrucción número 2 de Valencia ha archivado la querella por injurias que interpuso la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, contra EL PAÍS el verano pasado tras publicar este periódico una grabación telefónica judicial en la que Álvaro Pérez, El Bigotes, manifestaba a su subordinado y contable de la firma Gürtel Orange Market, Cándido Ortiz, que en ese momento estaba comprando para Barberá un bolso de lujo marca Louis Vuitton. El Bigotes también señalaba que había hecho regalos similares a la alcaldesa en otras tres ocasiones....
Comentarios
Da igual, no pedirá perdón, es más, presentará otra a ver si alguna cuela...Rita es así
#1 Es que informar para algunos políticos es injuriar.
Ni habiendo grabaciones, como en este caso, son capaces de al menos dar un paso atrás.
Judicializan la política para desviar la atención de sus actos.
#2 Qué mala es la justicia cuando no sopla a favor eh?
Y todo por afirmar que "El Bigotes afirma que hizo regalos a Barberá", cosa que además era cierta y había grabaciones
http://www.elpais.com/articulo/espana/Bigotes/afirma/hizo/regalos/Barbera/elpepuesp/20090719elpepinac_1/Tes
Una demócrata vamos
Pues claro: El Bigotes tiene todo el derecho del mundo a regalarle un bolso a Rita Barberá con nuestro dinero. Un poco de respeto por esta panda de cabroladronazos, por favor, que también son seres humanos.
Es torpe. Si no hubiera hecho la estúpida denuncia algunos ya ni se acordarían...
Ha ido a la justicia y la justicia no le ha dado la razón, sacar más de un acto tan democrático como ese es mear a años luz del tiesto.
Esto es indignante!
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porque claro, los gastos los pagamos nosotros igualmente no?
Es una mañaca
Peor que su querella, falsa a sabiendas, es el hecho de que por interponerla algunos ya la consideraron inocente...
Debía haber algún procedimiento que cada vez que se interponga una denuncia o querella falsa haga pagar una multa al denunciante...
#12 No es falsa porque los hechos denunciados existieron.
Creo que a lo que #12 se refiere es a esos personajillos públicos que tienen por costumbre querellarse constantemente con todo aquel que dice algo que no le gusta, por muy absurdo que sea todo.
Partiendo de que estas cosas las pagamos los contribuyentes y ponen en peligro el derecho a la información y la libertad de expresión, efectivamente debería de haber un procedimiento contra las personas que, como la señora Barberá abusan del sistema buscando salir en las noticias.