Publicado hace 13 años por ndrpst a javiermariasblog.wordpress.com

Aparecer en la pantalla se ha convertido en el sucedáneo para la trascendencia, y tomando todo en cuenta, es un gratificante. Nos vemos a nosotros mismos -y somos vistos por otro- en este más allá televisado, donde podemos disfrutar simultáneamente de todas las ventajas de la inmortalidad (aunque de un tipo rápido y pasajero) y tenemos la oportunidad de ser celebrados en la Tierra por nuestro acceso al Empíreo.