En Andalucía siempre se han dado mucho los caciques. Desde el señorito andaluz, que poseía la tierra y por lo tanto vidas y haciendas, hasta nuestros actuales señores, los políticos socialistas de la Junta de Andalucía, dueños del poder absoluto y, por lo tanto, de nuestro destino. Los andaluces, en general, siempre nos hemos conformado con esta situación, como si fuera una especie de sino inevitable que nos persigue hagamos lo que hagamos. Ahora se está preparando el nacimiento de un nuevo tipo: el Director de Instituto.
Comentarios
Pues sí, el nuevo Reglamento abrirá una caja de Pandora en los centros educativos públicos como pocas veces se ha visto, y muchos directores, estoy seguro, aprovecharán para hacerse su nidito de ordeno y mando. Pero quizá debería el autor del artículo (y también el de la entradilla del meneo) echar un vistazo al reglamento similar que ya está implantado (o implantándose) en Cataluña.
El caciquismo es universal, me temo.
#1 sacaelwhisky, coincido con tu apreciación: el caciquismo es universal.
Y si en algunos benditos lugares no florece, es porque no se les permite.