La crisis económica que ha golpeado California con especial dureza desde hace tres años ha obligado a las autoridades a tomar una decisión dantesca: liberar a presos con condenas pendientes por falta de espacio en las instalaciones del estado. Miles de mujeres con delitos menores y crímenes que no impliquen cuestiones sexuales empezarán a recobrar la libertad a partir de la semana que viene.