Yo estudié Biblioteconomía y Documentación, sí. Esa carrera que ya es menos rara, y ha dejado de ser “¿Bibliotequé?”, pero que sigue teniendo los mismos problemas de prestigio que arrastra desde su creación. No sólo me diplomé, sino que la vi tan distinta, tan útil, y tan curiosa que además me licencié y dediqué nada menos que 5 años de mi vida. Pobre de mí. De eso hace ya más de 15 años. Durante todo este tiempo digamos que he sido de los pocos que he podido rentabilizar en cierta medida mi formación.
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El post no es tanto un lamento sino una crítica a los procesos de selección de personal de las administraciones públicas para gestionar bibliotecas y archivos
¿Estamos en una burbuja del turismo?
Antes un investigador cualquiera de una universidad pedía un artículo, una tesis o algo y el encargado de la biblioteca hacia unas llamadas, hacía unas gestiones, una burocracia y el artículo o la tesis llegaba a la biblioteca.
Ahora, la universidad paga una subscripción a unas determinadas bases de datos bibliográficas y los contenidos están accesibles de manera electrónica, los departamentos tienen presupuesto para libros que nunca ejecutan y la biblioteca se usa solamente como sala de estudio.
No es problema de las administraciones, es que las bibliotecas se usan menos y de distinta manera.
Con la edad he aprendido que permitir que los ayuntamientos contraten ellos mismos a su personal favorece el enchufismo. Sobre todos los pequeños. Cuanto más pequeña es la Administración, más posibilidades de corrupción hoy. (Y Trujillo tiene menos de 10.000 habitantes.) Que un ayuntamiento necesita personal, pues que lo pida a un organismo estatal y que éste sea el que haga la selección.
Luego está el tema de que con cualquier carrera te puedas presentar a cualquier oposición. Yo he tenido compañeros en Informática que estudiaron ingeniero agricola, filología clásica,... Pero en ese caso lo que persigue la Administración es externarizar toda la informática.