Greg Akcelrod era un joven de 27 años que llevaba ascendiendo en el fúlbo europeo, fichando por un club parisino y entrenando en Argentina. En su página web se podía ver marcando un gol para el Swindon Town e incluso era el embajador francés de la ONG de Lance Armstrong. Excepto que, como descubrió el CSKA tras invitarle a Sofía para una prueba, tal curriculum estaba pelín maquillado. El no lo niega. "Soy como el 99% de mis amigos: dicen en el curriculo que dominan el inglés cuando no saben contar hasta tres".
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¿Fúlbo? Madre mía...