Hace 16 años | Por Don_Raspu a quemarlasnaves.net
Publicado hace 16 años por Don_Raspu a quemarlasnaves.net

Cuando Gabriela Mistral murió en Estados Unidos en 1957 había a lo menos dos certezas. La primera, que su deseo fue que los dineros que se obtengan por la venta póstuma de sus libros en latinoamérica iría para los niños de Montegrande. La segunda, que su obra pasaría al dominio público el año 2007, cincuenta años luego de su muerte. Hoy, ninguna de esas dos certezas son tales. La administración de los derechos de la poetisa es digna de un thriller legal cinematográfico...