Publicado hace 13 años por debunker a lacienciaesbella.blogspot.com

Y ahí, amigos míos, está el quid de la cuestión. La pescadilla que se muerde la cola. Los políticos, esos individuos que basan sus ingresos en tener que ser elegidos por periodos de cuatro años, deciden que wifi y radiaciones de telefonía son potencialmente peligrosas, porque les conviene: hay un buen puñado de votos detrás de su decisión. Decisión que a su vez supone un argumento de peso para aquellos que están convencidos de que estas radiaciones son peligrosas ('pero vamos, si hasta el Consejo de Europa las quiere prohibir en los colegios').