En plena dictadura de Primo de Rivera, una maestra no podía estar en la calle entre las 8 de la tarde y las seis de la mañana; no podía casarse ni "andar con hombres", entre otras muchas prohibiciones y obligaciones donde la especificación de sus derechos brilla por su ausencia. Una curiosidad documental que nos muestra lo que ha cambiado este país a lo largo de un siglo.