«Las reglas están cambiando. Ya no se trata tan solo de defender el Islam, también de financiarlo», asegura a ABC el analista local Kingsley Igbokwe. Monopolizados en la última década por los rebeldes del Delta del Níger y grupos mafiosos, el islamismo radical busca ahora financiarse gracias a este tipo de extorsión.
Comentarios
Menos que los rolex y los príncipes que quieren recuperar sus herencias pero no pueden sacar todo el dinero del país.