Pepito, Katiuska, Rebeca… De la primera alquimista de la historia a un escritor pendenciero del Siglo de Oro pasando por un consorte de gigantescos atributos, diez curiosas historias de cómo un nombre propio puede llegar a convertirse en sustantivo de uso común.
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Quiero recordar que el que puso de moda el tejido "príncipe de Gales" fue Eduardo VII, no el duque de Windsor