Linda Carlson demandó este jueves al portal de contactos http://eHarmony.com/, alegando que discriminaba a gays, lesbianas y bisexuales. Carlson asegura que trató de usar la citada web para tener una cita con otra mujer pero no pudo hacerlo por su orientación sexual.
Si hacen una web para encontrar pareja SOLO para homosexuales (que seguro que las hay a patadas y me parece muy bien), tendria algun sentido que un hetero entrara y se quejara por no poder encontrar pareja heteroxual alli?. Cada pagina tiene derecho a limitarse su mercado como quiera, digo yo.
Pero vamos a ver. Si ahí no dejan acceder a lesbianas ¿A santo de que vas a pedir cita a una tia que sabes que no le gustan las tias? Son ganas de tocar la moral, y de buscar dinero fácil mediante demandas.
¿Cuál es el bien jurídico a defender? ¿Los derechos del consumidor y del oferente? ¿O la no discriminación?
Yo coincido con ustedes que si la publicidad es clara, no hay reclamo por ser explícita la naturaleza del producto. El corolario de esto es que si prima la no-discriminación, entonces se acabaron los sitios exclusivos según orientación sexual. ¡A integrarse, entonces!
Comentarios
Ostia, cada vez que intente mantener una cita con una mujer pero no pueda, demandaré a alguien por heterofobia. ¡Me voy a hacer rico!
Oh, wait...
Si alguien hace un portal para encuentros exclusivamente homosexuales ¿les puedo demandar también?
Si hacen una web para encontrar pareja SOLO para homosexuales (que seguro que las hay a patadas y me parece muy bien), tendria algun sentido que un hetero entrara y se quejara por no poder encontrar pareja heteroxual alli?. Cada pagina tiene derecho a limitarse su mercado como quiera, digo yo.
Pero vamos a ver. Si ahí no dejan acceder a lesbianas ¿A santo de que vas a pedir cita a una tia que sabes que no le gustan las tias? Son ganas de tocar la moral, y de buscar dinero fácil mediante demandas.
¿Cuál es el bien jurídico a defender? ¿Los derechos del consumidor y del oferente? ¿O la no discriminación?
Yo coincido con ustedes que si la publicidad es clara, no hay reclamo por ser explícita la naturaleza del producto. El corolario de esto es que si prima la no-discriminación, entonces se acabaron los sitios exclusivos según orientación sexual. ¡A integrarse, entonces!