Publicado hace 14 años por Irrelevanterrimo a delunesaviernes.net

Son las ocho de la mañana, hemos quedado mi nuevo jefe y yo a las nueve (sí, he llegado una larga hora antes…) en la puerta de la empresa destino, una conocida marca de seguros que es a su vez cliente de la empresa que posee mis derechos comerciales (Una consultora cárnica de estilo opresor, descubrí poco después) a la cual debo lealtad, amor y el primogénito como mínimo (el derecho de pernada se quedó fuera de la negociación). Voy vestido con un traje y una corbata nuevecitos. Afeitado, pelado, duchado, desodorizado y sudorizado...

Comentarios

wizel

Me ha gustado el relato. No solo en consultoras, cada nuevo trabajo consiste en aprender una serie de lecciones, que no están en ninguna carrera.

D

Flexibilidad, que bien suena y que tremenda y perversa maldad encierra esa palabra.

r

Deja q me seke las lagrimas antes de decirte q yo y todos los ocnsultores no sentimos identificados

D

Seto que eh

a

ufff, menudo deja-vu de esos acabo de sufrir.