Hace 13 años | Por FerMartinez a elpais.com
Publicado hace 13 años por FerMartinez a elpais.com

"El paciente era un caso perdido", se justificó el yerno de Franco, Cristóbal Martínez Bordiú, cuando anunció a los periodistas que hacían guardia en el vestíbulo de La Paz la muerte del fontanero de Padrón. Con lo bien que hubiera estado aquel golpe de efecto nacional ante el mundo entero, en pleno año 68, nueve meses después de que Christiaan Barnard lo lograse en Cape Town. Pero no, el primer trasplantado de corazón español se le escapó de las manos al médico, no sobrevivió al quirófano más que 27 horas...

Comentarios

Fesavama

El yernísimo creía que podía imitar a los grandes, cuando él mismo era un cardiólogo de medio pelo, que lo único que hizo fue ser el yernísimo , con todos sus beneficios, entre otros, el usar a la gente como cobaya para sus experimentos, ¿no? Lo digo porque no eligió a nadie de la nobleza con la que se codeaba. ¿O es que esas enfermedades son úncamente propias de las bajas capas de la sociedad?