A principios de la década se instauró en Georgia un Gobierno pro-americano. Las esperanzas de cambios y mejoras sociales se vieron pronto defraudadas en Ucrania con Yushenko y en Georgia con el actual presidente Saakashvili. Si bien esas aperturas a Occidente y a EE.UU., más específicamente, resultaron beneficiosas para muchos supuestos inversores extranjeros que adquirieron a bajo precio, propiedades y empresas en ambos países; los ucranianos y georgianos, no vieron mejoras en sus vidas, no así la nueva élite política liberal que se enriqueció
Comentarios
Y este excelente artículo, nada liberal, sorprendentemente en ABC.
Un infiltrado, tienen un infiltrado!
Formidable artículo gracias.
cito:
Al atolladero económico se sumó que el Estado georgiano lleva años gastando sus presupuestos en la compra de armas a EE.UU., Ucrania e Israel. A éste último, sistemas de misiles Linx y aviones espía no tripulados Hermes, uno de los cuales fue recientemente derribado sobre territorio de Abjasia.