Este lunes entra en vigor la nueva Ley Concursal, aprobada por el Congreso de los Diputados el pasado 22 de septiembre, y que tiene como objetivo facilitar a empresas y particulares renegociar las deudas fuera del juzgado para evitar entrar en concurso de acreedores. La nueva ley establece que las empresas en dificultades puedan llegar a acuerdos de refinanciación previos a la declaración de insolvencia si reciben el respaldo de los acreedores que representen el 60% de las deudas y cuenten con el informe favorable de un experto independiente.
Comentarios
He pensado que por lo menos en un juzgado se intenta impartir justicia (bueno se intentan aplicar unas normas escritas con muchos errores y que a veces da pie a muchas interpretaciones,y que muchas veces no se les puede llamar justicia).
Pero en acuerdos independientes es posible que los acreedores mas poderosos siempre intenten arrimar el ascua a su sardina, dando literalmente por saco al resto de acreedores.