La testosterona ha sido tradicionalmente la culpable de la agresividad de los hombres, pero un estudio científico de la Universidad de Zúrich (Suiza) cuestiona ahora este extremo y considera más decisivo el entorno social. De hecho, señala el equipo dirigido por el profesor Ernst Fehr, "el efecto es más bien el contrario: la testosterona incrementa la capacidad de discernir con equidad y con justicia".
Comentarios
¿Alguien más quiere un vasito de testosterona?
muajajajajaj!! Esto tumba muchas chorradas que sonaban por ahí
#2 Es un estudio. Frente a muchos otros.