Nuevas versiones en el caso de Marta del Castillo y novedades trágicas: el autor confeso, Miguel Carcaño, ahora dice que fue el menor y no él quién la asesinó después de que ambos violaran a la joven. Esto ha provocado que el abogado del hasta ahora autor confeso de la muerte de la joven sevillana, Antonio Jiménez, haya renunciado a continuar con la representación jurídica de Carcaño, tras el último cambio de versión del imputado, según confirmaron desde el despacho profesional del letrado.
Comentarios
Me la pela
Ciertamente el tema ya cansa, esto empieza a parecer un programa de "esos" que se revuelca en cualquier dato por irrelevante que sea.
#0 Está feo vengarse de los usuarios que te votan negativo
#4 A mi un asesinato ni me la pela, ni me cansa ni mucho menos me hace gracia, esperaré con "tranquila ansia" a que la policia tenga los datos suficientes para que el juez los condene, mientras tanto no me interesa lo más mínimo cada nueva noticia que vaya surgiendo sobre el tema, y mucho menos sabiendo qué tipo de periodistas están detrás de éllas cuáles buitres carroñeros.
Preocupación
Yo te meneo. Un asesinato nunca debería "pelar" ni "cansar" ni hacer gracia.
A distraer a la población de los problemas reales.
Paro - ricos mas ricos - pobre mas pobres - despidos..
Pues creo que el abogado es una de las claves más importantes en un caso así. Menudo dilema el del letrado, y vaya marronazo para el que le suceda (aunque siempre habrá algún oportunista sin miedo ni vergüenza). Sugiero ver
Magistrados recuerdan que Miguel tiene derecho "incluso a mentir" (buscando a Marta)
Magistrados recuerdan que Miguel tiene derecho &qu...
diariodesevilla.es#8 Me has pillado. Te felicito. Pero estoy decidido a seguir haciéndolo cuando detecto mala fe. Lo que está más feo es votar negativo si la noticia es relevante (hasta el punto de haberse triplicado en pocos minutos) y se ha resumido con esmerada precisión. Si no encajas los votos negativos, no publiques. Yo los encajo bien, pero esta noticia no los merece, como tampoco los merecen otras muchas sobre las que parece que se hace tiro al plato.