"En una papelería cerca de donde trabajo, todos los días me río cada vez que veo un cartelito que aquí os presento, ya que hoy he decidido hacerle la foto con el móvil: Debido a una nueva ley y a un vecino que no debe tener nada que hacer, la pornografía no se puede exhibir. Perdonen las molestias."
"El problema es que hoy en día, no sólo la Penthouse, Playboy u otras nos muestran mujeres desnudas mostrando de todo, sino que ya son otras, como la Muy Interesante, QUO, etc… que siempre suelen sacar un tema de sexo en portada acompañado por una mujer desnuda, o cualquier elemento erótico fuerte. Por tanto, ¿deberían también prohibirse esas revistas en los escaparates?"
¿Desde cuando un desnudo es pornografía? No sé, leer el apunte es como hacer un viaje a principios del siglo pasado. ¿O me he perdido algo?
Esto me recuerda a cuando era pequeño y me paraba a mirar los escaparates de los kioskos por el lado "de atrás" (el menos visible para la mayoría de viandantes) donde estaban estas revistas... Luego fui creciendo, llegó Internet y estos escaparates ya ni llaman mi atención...
Obviamente pienso que no se deberían prohibir, no creo que a nadie le ofenda un pezón de más. Ni siquiera me vale eso de que "se piense en los niños" porque la naturaleza es sabia y uno no empieza a interesarse en estos temas hasta el momento preciso, y en ese momento el chaval si no lo ve en un escaparate se encargará de buscarlo por otros medios. Es lo que tienen las hormonas.
#3 además de lo altamente educativo que resultaba! ¿Quién sabe qué desagradables sorpresas nos evitamos las generaciones pre-internet gracias a ese material de estudio?
Lo que propone este artículo suena al puritanismo que se gastan los estadounidenses. Yo he visto en Atlanta supermercados que tapan las revistas de fitness porque enseñan a mujeres con ropa ajustada o con bikini. También ha habido protestas por revistas que mostraban en portada a un niño mamando de la teta (y no se veía el pezón), calificándolo de "asqueroso". Si empezamos a escuchar quejas por los desnudos en revistas divulgativas empezamos al ponernos al nivel de los puritanos reprimidos americanoides.
#6 Pues no nos reprimamos, pongamos las revistas porno a la vista... claro, que, el primero que se encuentre el nuevo numero de Osos gays delante de la cara de su sobrino paseando por la calle que no venga luego a quejarse!
Con esto no quiero decir que haya que reprimirse como los americanos, pero tener en cuenta que cuando se habla de porno no se refieren solo a las revistas que tu querrias ver, el porno es un mercado digamos que... muy amplio (hetero, gay, zoofilia, sado, coprofago, tetas, gordos, abuelos, osos... y un largo etc) Yo creo que hay cosas que es mejor elegir verlas, como por ejemplo, verlas en Internet, no en un escaparate.
#7 Eso nos obligaría a explicar las cosas directamente, sin andar con memeces como abejitas o cigüeñitas; igual no es tan malo.
Cuando trato con niños, siempre me guío por una máxima: Los niños son menos maduros de lo que creen, pero más de lo que creemos los adultos. (de hecho, apostaría el ojo de alguien a que somos nosotros los que los atontamos )
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"El problema es que hoy en día, no sólo la Penthouse, Playboy u otras nos muestran mujeres desnudas mostrando de todo, sino que ya son otras, como la Muy Interesante, QUO, etc… que siempre suelen sacar un tema de sexo en portada acompañado por una mujer desnuda, o cualquier elemento erótico fuerte. Por tanto, ¿deberían también prohibirse esas revistas en los escaparates?"
¿Desde cuando un desnudo es pornografía? No sé, leer el apunte es como hacer un viaje a principios del siglo pasado. ¿O me he perdido algo?
Esto me recuerda a cuando era pequeño y me paraba a mirar los escaparates de los kioskos por el lado "de atrás" (el menos visible para la mayoría de viandantes) donde estaban estas revistas... Luego fui creciendo, llegó Internet y estos escaparates ya ni llaman mi atención...
Obviamente pienso que no se deberían prohibir, no creo que a nadie le ofenda un pezón de más. Ni siquiera me vale eso de que "se piense en los niños" porque la naturaleza es sabia y uno no empieza a interesarse en estos temas hasta el momento preciso, y en ese momento el chaval si no lo ve en un escaparate se encargará de buscarlo por otros medios. Es lo que tienen las hormonas.
¡¡pr0n!! ¡¡Y con fotos!! Oh, wait... Pero... ¡¡Si no se ve ni un mísero pezón!!
#3 además de lo altamente educativo que resultaba!
¿Quién sabe qué desagradables sorpresas nos evitamos las generaciones pre-internet gracias a ese material de estudio?
Coincido prenamente con 2#, hay que diferenciar un desnudo de la pornografía, que no tienen nada que ver.
Ahora bien, si las revistas usan desnudos como reclamo no considero que se pueda considerar pornografía.
Lo que propone este artículo suena al puritanismo que se gastan los estadounidenses. Yo he visto en Atlanta supermercados que tapan las revistas de fitness porque enseñan a mujeres con ropa ajustada o con bikini. También ha habido protestas por revistas que mostraban en portada a un niño mamando de la teta (y no se veía el pezón), calificándolo de "asqueroso". Si empezamos a escuchar quejas por los desnudos en revistas divulgativas empezamos al ponernos al nivel de los puritanos reprimidos americanoides.
#6 Pues no nos reprimamos, pongamos las revistas porno a la vista... claro, que, el primero que se encuentre el nuevo numero de Osos gays delante de la cara de su sobrino paseando por la calle que no venga luego a quejarse!
Con esto no quiero decir que haya que reprimirse como los americanos, pero tener en cuenta que cuando se habla de porno no se refieren solo a las revistas que tu querrias ver, el porno es un mercado digamos que... muy amplio (hetero, gay, zoofilia, sado, coprofago, tetas, gordos, abuelos, osos... y un largo etc) Yo creo que hay cosas que es mejor elegir verlas, como por ejemplo, verlas en Internet, no en un escaparate.
#7 Eso nos obligaría a explicar las cosas directamente, sin andar con memeces como abejitas o cigüeñitas; igual no es tan malo.
)
Cuando trato con niños, siempre me guío por una máxima: Los niños son menos maduros de lo que creen, pero más de lo que creemos los adultos. (de hecho, apostaría el ojo de alguien a que somos nosotros los que los atontamos