El fiscal pide entre tres y diez años de cárcel para cinco agentes de los Mossos acusados de torturar y lesionar a un hombre rumano al que detuvieron por error y al que amenazaron varias veces de muerte e incluso llegaron a poner una pistola en la boca para que confesara. El hombre pidió que cesaran los golpes porque era hemofílico y se podía morir, a lo que los agentes respondieron que "más le valía". Además, le advirtieron de que si la jueza lo dejaba libre, "lo podían matar, porque no sería el primero"
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Ok, ya encontré de cual está duplicada. La había buscado pero no la había visto antes.