Hace 12 años | Por fersal a actualidad.rt.com
Publicado hace 12 años por fersal a actualidad.rt.com

En Japón se produjo una fuga de 65 toneladas de agua radiactiva en la planta nuclear Tokai-2 ubicada en la prefectura de Ibaraki, en el norte del país. Así lo informó la Agencia de Seguridad Nuclear e Industrial nipona. El incidente se produjo debido a una rotura –cuya aparición tratan de establecer los operarios- en el tubo de uno de los reactores de la central nuclear. Sin embargo, se ha declarado que no existe amenaza de contaminación para el ambient

Comentarios

f

Para saber de que central estamos hablando en 1997
El accidente nuclear más grave de Japón desencadena la crítica ciudadana:
"Radiactividad, mentiras y cintas de vídeo
Arturo Escandón
EL MARTES martes 11 de marzo comenzó como todos los días en el pueblo de Tokai, situado a unos 100 kilómetros al noreste de Tokio, en la prefectura de Ibaraki. A las 10:00 a.m., las tiendas comenzaban a abrir sus puertas a un discreto número de público, como suelen hacerlo durante todo el año. Nadie podía sospechar que a unos pocos kilómetros del centro de la aldea, en la planta de procesamiento nuclear de desperdicios de baja radiactividad de la estatal Corporación de Desarrollo Nuclear (Donen), el fuego hacía sonar el sistema de alarma. Cuatro minutos más tarde, debido al desconcierto de los operarios, un metro cúbico de agua fue lanzado por las rociaderas del techo sobre los tambores que contenían asfalto, material utilizado en la vitrificación de desechos nucleares líquidos. El fuego había sido controlado. La orden de evacuación del personal fue dada 24 minutos después de la alarma y sólo una hora más tarde se decidió desalojar al personal de otras secciones adyacentes. Con todo, algunos operarios fueron expuestos a niveles bajos de radiactividad. Mientras tanto, en el pueblo de Tokai, la gente se preparaba para tomar el almuerzo.
Lo inesperado se produjo, verdaderamente, a las 8:04 p.m. Una explosión en la misma planta donde ocurrió el fuego matinal despedazó buena parte de los muros de la tabiquería del edificio de cuatro pisos, rompió 29 de las 40 ventanas y desperdigó restos de cristal trizado a más de 30 metros del lugar. Un humo blanco salía por los forados. Esta vez, los monitores localizados en el exterior señalaban un incremento anormal de la radiactividad, aunque siempre dentro de niveles supuestamente permitidos. Los daños eran de consideración. Un total de 37 operarios, de entre los 112 que se encontraban en la planta y sus alrededores, fueron expuestos a la radiactividad. Se estima que la dosis total no sobrepasó los 60 millones becquerel, pero se desconocen los efectos de la radiación a largo plazo. Aparte de la inspección médica de rigor, los hombres han recibido atención psicológica.
Aunque todavía no se ha determinado la causa exacta del fuego que desencadenó la explosión, se sabe que el asfalto combustiona a una temperatura superior a los 250° C y que el comportamiento de los químicos de la planta es altamente variable dependiendo del calor. Está claro, en todo caso, que el agua de una bañera no fue suficiente para detener ni el fuego ni el ascenso de la temperatura, debido a esos cuatro minutos en que los trabajadores, subcontratados por Donen, esperaban recibir órdenes precisas de los encargados de la corporación. La explosión, de haber alcanzado otros sectores de la planta, podría haber generado un desastre de magnitud suficiente como para causar la muerte inmediata de personas en un radio de 100 kilómetros, incluidos los residentes de Tokio.
Reacción política y social al encubrimiento
Los habitantes de Tokai no fueron alertados esa misma noche, aun a pesar de que las autoridades conocían la existencia de una fuga radiactiva. El primer ministro, Ryutaro Hashimoto, se enteró dos horas después de la explosión. Las cuarenta y cuatro sirenas de Tokai sonaron ocho horas más tarde, alrededor de las 6:00 a.m del día siguiente. Los ejecutivos de Donen no consideraron apropiado alertar al pueblo en la oscuridad de la noche, "habría causado un pánico innecesario", declararon. Algunos vecinos se percataron del siniestro gracias a las llamadas telefónicas de familiares residentes fuera de la prefectura. El gobernador de Ibaraki, Masaru Hashimoto, haciéndose eco del descontento ciudadano, criticó fuertemente las falencias comunicativas de la corporación estatal y cuestionó el deterioro natural de la planta que ha servido de lugar de reprocesamiento de combustible nuclear por 16 años, la única del país. El presidente de Donen, Toshuiyuki Kondo, debió acudir al ayuntamiento de Tokai para disculparse públicamente, con una tradicional venia japonesa, ante el alcalde, Tomio Suto, por los errores y perjucios causados. Sin embargo, las reacciones en Ibaraki están hasta cierto punto controladas por los intereses económicos: Un tercio de los 33.000 habitantes de Tokai viven de trabajos relacionados con la industria nuclear. Por otra parte, la gente entiende que un accidente grave acabaría con sus vidas. "Si esa cosa explosiona completamente, uno no sería capaz de huir de la radiactividad de ninguna manera, no importa cuán lejos se encuentre", asegura Hisao Kawamura, un taxista de 64 años que ya no se cuestiona dejar el pueblo a causa del peligro.
Donen no sólo retuvo información relevante a la comunidad de Tokai, sino que continuó con su patrón de operaciones habitual de declarar medias verdades, tal y como quedó comprobado con el malfuncionamiento del reactor Monju, en diciembre de 1995. En aquella oportunidad, la corporación entregó a las autoridades superiores y a los medios de información una cinta de vídeo editada en que se aminoraba el severo daño sufrido en el sistema de refrigeración del primer reactor japonés de alimentación rápida: Donen se quedaba con las mejores escenas, que en realidad eran las peores. En el caso del estallido en la planta procesadora de Tokai, la corporación estatal negó la existencia de cámaras de vídeo en el interior de la sección de vitrificación. Lo que en un principio era una pequeña explosión se transformó, a la luz de las nuevas imágenes, en un desastre de magnitud, que aún hoy mantiene de baja a la planta.
Más alarmas
Las alarmas volvieron a sonar en Tokai a los seis días de la explosión. Pero esta vez no se trataba de la planta de vitrificación de combustible de baja radiación, sino de algo mayor. La señal indicaba que el plutonio que se conserva en la sección de combustible nuclear, que había entrado en una reacción en cadena de fisión, había alcanzado el estado crítico. Una explosión de consecuencias masivas podía ocurrir. Todo resultó ser una falsa alarma. Algunos expertos dicen que así como el sistema de alarmas se enciende o se apaga, un día podría ser el turno de un reactor.
En un país tremendamente sensible al tema de la energía nuclear, comienzan a oírse voces de descontento, suma de la inseguridad que los ocultamientos de Donen producen en la población. El secretario general del Centro Ciudadano de Información Nuclear, Hideyuki Ban, asegura que el accidente de Tokai tiene un impacto psicológico significativo: "Creo que va a contribuir a que ganen fuerza las acciones de quienes buscan el fin de la política nuclear que emplea plutonio", comenta el dirigente. En agosto del año pasado, la ciudad de Maki, en la prefectura de Niigata, condujo un referendo en que la mayoría de los ciudadanos rechazó el proyecto de construcción de un reactor en las cercanías. El llamado Golpe Maki envió una clara señal al Gobierno: será cada vez más difícil aumentar el número de plantas nucleares en Japón, las que suman un total de 49 y abastecen un tercio de las necesidades energéticas.
El periódico Asahi ha publicado una serie de artículos reveladores dedicada a dilucidar quién administra realmente Donen, y quiénes son los responsables de estos accidentes que han vuelto impopulares los millonarios planes de desarrollo nuclear del país. La primera entrega señala que Donen acusa a sus subcontratistas en Tokai de no haber reaccionado a tiempo durante el incendio de la planta vitrificadora. Estos últimos desmienten las acusaciones diciendo que sólo se les ha instruido para acatar órdenes directas de los adminitradores estatales y cuestionan las medidas de seguridad de la planta: las inspecciones diarias se han relajado y han pasado a convertirse en semanales.
Peligra el plan nuclear nipón
El último problema que deberá enfrentar el gobierno de Tokio respecto a la conducta de Donen será la condena pública a algunos de sus representantes. A comienzos de mes, la prensa nipona expuso que tanto ejecutivos como empleados de la corporación han estado amasando importantes sumas de dinero a través de la compra de acciones de un fondo mutuo integrado por seis firmas relacionadas al desarrollo nuclear y a Donen. Los beneficios en dos de dichas firmas ascenderían a los 600.000 dólares, en un período de dos años. También ha revelado que muchos ejecutivos han sido contratados después de su jubilación por al menos cinco de estas compañías, bajo un esquema conocido en Japón con el nombre de amakudari (descendido del cielo) y que consiste en dar trabajo a los administradores públicos retirados, para adquirir de paso sus conexiones en ministerios y oficinas gubernamentales.
La cadena de reacciones públicas y oficiales se ha desatado. Muchos expertos se atreven a señalar que el plan de generación de energía nuclear a base de plutonio está prácticamente estancado. Con inversiones que han superado los 7.400 millones de dólares, sólo en el reactor de Monju y la planta de tratamiento de combustible de Tokai, y con estas instalaciones ahora inservibles por un buen tiempo, Japón deberá no sólo replantearse el esquema de desarrollo energético del próximo siglo, sino que hacer frente, por primera vez, a la crítica y el rechazo más activo de la ciudadanía.

Osaka, 5 de abril de 1997

f

Relacionadas de ahora Un nuevo informe sobre Fukushima indica que la fuga de Cesio-137 fue el doble de lo estimado por las autoridades

Hace 12 años | Por fersal a noticias.lainformacion.com
"El estudio ha sido elaborado con los datos recogidos en las horas posteriores al accidente en estaciones de todo el mundo. Los nuevos datos indican que la fuga de este isótopo fue el doble de lo estimado por el Gobierno y la mitad de la emitida en el accidente de Chernóbil. También apunta a que las primeras fugas radiactivas se produjeron antes del tsunami y a que ciudades como Tokio se..."
"La parada no programada en Almaraz". Los ecologistas recuerdan los fallos de la refrigeración en Fukushima
Hace 12 años | Por Er_Quejio a kaosenlared.net

D

#1 No son nuevos datos, son viejos viejísimos, no mientas, lo que es diferente es el modelo... ¿por qué el suyo es mejor? Ahhhh...

D

Más fuentes http://www.foxbusiness.com/industries/2011/10/26/tokai-
no-2-plant-reports-radioactive-water-leakage-kyodo/

Y

La noticia y la entradilla indican que la fuga se produjo debido a una rotura, sin embargo el enlace que aporta #2

http://www.foxbusiness.com/industries/2011/10/26/tokai-no-2-plant-reports-radioactive-water-leakage-kyodo/

indica que la fuga se produjo durante las operaciones de mantenimiento de a central (está parada desde el 11 de marzo) cuando dos operarios soltaron aflojaron una tuerca de la parte vasija de la vasija. recuerda también que durante estas operaciones de mantenimiento el combustible no se encuentra dentro de la vasija.

Imag0

La energía nuclear es segura, regresen a sus casas y encindan sus aparatos eléctricos.

Obedezcan.