La semana pasada se presentó a los medios la habitación más silenciosa del mundo. Esta “suite de vibración ultra baja”, que cuesta 11 millones de libras, permite a los científicos manipular átomos y moléculas sin la interferencia de vibraciones medioambientales que interrumpan su trabajo.
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El sueño de todo productor musical e ingeniero de sonido...
¡Qué envidia! El sueño de todo experimental, que encuentra ruido blanco por todas partes.