Para este truco óptico (que no de magia) necesitarás glicerina, una botella de tabasco y un recipiente grande de cristal. Llena de glicerina la botellita de tabasco y un tercio del recipiente grande. Evoilá, la parte sumergida de la botella “desparece” ante tus ojos. ¿El secreto? El índice de refracción de la glicerina y del cristal son muy similares haciendo indistinguibles sus límites. Házselo a tus niños y se quedarán atónitos.
Comentarios
Cómo hacer desaparecer una botella
Cómo hacer desaparecer una botella
youtube.com