Hace 15 años | Por SweetCryptonite a ecosofia.org
Publicado hace 15 años por SweetCryptonite a ecosofia.org

Hay varias reacciones típicas y repetidas cuando uno dice que es vegetariano. Una de ellas es: "¿y tú no crees que las lechugas sufren también cuando las arrancan o te las comes?", siempre dicha con un aire de "mira que ocurrencia más original he tenido, ¡qué inteligente que soy!". El libro es de Douglas Hofstadter, que es un investigador que se ha dedicado por más de 30 años a estudiar la conciencia y la inteligencia.

Comentarios

b

Cuando he leído el título he pensado que se trataba de una cita de "The Big Bang Theory"

ceslava

Estamos llenos de prejuicios y dilemas morales.

Conozco a varias personas cuya conciencia se activa si lo que se van a comer tiene o no tiene ojos. ¿Absurdo no?

iramosjan

Personalmente - y lo digo como quien casi ha dicho lo de las lechugas, porque no he dicho que sufren, pero sí que son seres vivos - no creo que se diga con aire de "mira que ocurrencia más original he tenido, ¡qué inteligente que soy!" sino con chunga, con aire de "Pero ¿Cómo puedes ser tan incoherente?"

Si el vegetarianismo es dietética es una cosa y no debemos preocuparnos demasiado por la escala lechugas-corderitos-Homo Sapiens, pero si es ética la cosa cambia, y un vegetariano debe explicar porque matar lechugas y acelgas es aceptable y matar besugos o gallinas no. Y el gradualismo de Hofstadter no es de recibo, porque salirse a lo Yoda diciendo "Encontrar tu propia respuesta debes, joven Padawan" no es una solución válida al problema.

g

Este es el libro de la notícia:

http://en.wikipedia.org/wiki/I_Am_a_Strange_Loop

Y este el archiconocido y famoso.

http://en.wikipedia.org/wiki/G%C3%B6del,_Escher,_Bach

vegano

Estoy de acuerdo, pero también está todo el condicionamiento social, la falta de información y lo más grave, la falta de voluntad. Desgraciadamente esto no es un fenómeno aplicable únicamente al vegetarianismo. Aparte del bombardeo diario de circo mediático para dejarnos tontos, la mayoría de la gente no quiere cambiar para nada, aunque crea que tiene que hacerlo porque se está perjudicando a él mismo o a los demás. Como ejemplo tienes el tabaco, que está demostrado hasta la saciedad que mata y siempre hay alguien que te dice "conozco a tal o cual que fumó toda su vida y se murió de otra cosa" (cuántos más conocerá que se hayan muerto de cáncer por fumar y alguno más por ser fumador pasivo).