Publicado hace 11 años por capitan__nemo a periodicotribuna.com.ar

Desde que Al Capone terminó tras las rejas por un “pequeño gran detalle”: la evasión de impuestos, esta fue la mayor preocupación de mafiosos, narcotraficantes, vendedores de armas, delincuentes de gran envergadura y, por qué no, políticos corruptos que reciben coimas millonarias. Este fue el comienzo de algo que hoy conocemos vulgarmente como “lavado de dinero”, que no es otra cosa que justificar, de alguna manera, y por supuesto de forma ficticia, el ingreso de grandes sumas de dinero por actividades ilegales.