Hace 8 años | Por --432809-- a theguardian.com
Publicado hace 8 años por --432809-- a theguardian.com

Sólo tenía once años cuando unos funcionarios chinos se presentaron en su casa para comunicarle que había sido seleccionado para estudiar en la Academia de Danza de Beijing. No había bailado en su vida, simplemente pensaron que su físico era prometedor por lo que fue reclutado a la fuerza. Lo que en un principio fue un verdadero tormento físico le ha proporcionado una brillante carrera professional como uno de los mejores bailarines del mundo. Decidió casarse con una estadounidense y consiguió abandonar la China de Mao, un sueño cumplido.