Hace 9 años | Por An66 a europapress.es
Publicado hace 9 años por An66 a europapress.es

Durante la ceremonia, en la que han participado alrededor de un millar de personas y que ha tenido lugar en el Parque Nacional de Nairobi, Kenyatta ha subrayado que "muchos de estos colmillos pertenecieron a elefantes que fueron masacrados sin motivo por criminales".

Comentarios

D

#1 furtivos, colmillos, y compradores. Es un todo.

earthboy

#1 Efectivo puede, divertido... seguro.
Además no sería cruel, esa gente no siente el dolor como lo sentimos los humanos.

#10 Yo propondría metérselo por el ojal a los furtivos. Bueno, astillarlo un poco primero y luego eso.

Mister_Lala

¿No se les ocurre otra forma menos contaminante de deshacerse de ellos?

D

A mi esto me genera una duda interesante. Si se quema el marfil, automáticamente disminuye su disponibilidad en el mercado, y por lo tanto los precios deberían aumentar, haciendo que sea más tentador cazar para obtener marfil.

Si el estado de Kenia vendiera ese marfil a.. no sé, un 50% o un 20% del "precio de mercado" (pero manteniendo un registro de los compradores para poder detectar evitar que revendan, o obligarles a registrar su venta, y restringir los precios a los que pueden vender a valores inferiores al 75% del precio en el mercado negro), los precios del marfil disminuirían y sería menos atractivo cazar para conseguirlo. Además, con ese dinero podrían financiar campañas contra la caza furtiva.

Siempre asumiendo que los cazadores van a la cárcel cuando los pillan, e incluso asumiendo que el gobierno es corrupto y le vende el marfil a sus amiguetes y después hace la vista gorda ante reventa ilegal de ese marfil, dado que los cazadores salen mal parados de la situación, sus incentivos para cazar seguirían disminuyendo.

Es cierto que esto podría llevar a una cierta situación de equilibrio, en el que la disminución de la caza disminuyera el marfil circulante disponible, y por tanto aumentaran los precios. Sin embargo, el marfil es un material duradero, por lo que aunque la caza disminuya, el marfil disponible en el mercado tenderá a aumentar. El problema lo tendríamos si el número de ricos hijoputas creciera más rápidamente que el marfil disponible en el mercado.

Evidentemente no debo haber sido el primero en pensar algo así, y alguien ya habrá encontrado los "peros" a mi razonamiento, pero no he encontrado nada al respecto.

D

#7 Me respondo yo mismo a uno de los puntos que menciono. Sí, el número de hijoputas que quiere marfil está creciendo más rápidamente que la cantidad de marfil disponible.

Aun así sigo sin ver como la reducción sistemática de los precios podría ser subvertida para que la caza furtiva continuara o aumentara. ¿Que los cargos públicos revendieran sin permiso a precios de mercado para lucrarse ellos? Eso sería tan ilegal con esa normativa como lo es ahora, por lo que el sistema actual tampoco nos protege contra eso.

No se yo si eso era la mejor solución... aunque si los vendiesen, recibirían críticas igualmente, si los guardaban, porque los guardaban.. en fin.. pobres elefantes.. es culpa de todos, el primer mundo por demandar marfil y el 3ro por proporcionarlo.

D

#2 uno de los mundos lo tiene más fácil para elegir, realmente no tendrían que renunciar a nada necesario.

lusolis

#2 15 toneladas de marfil es mucho marfil. Si lo vendiesen por debajo del precio del mercado, el precio real bajaría, y quizás (al menos durante un tiempo) no sería tan rentable la caza del elefante. ¿Acaso en España no se subastan productos requisados a los delincuentes y a las mafias (coches, armas de caza,...) ?

Azucena1980

#5 Y se coloca la droga en el mercado a bajo coste, para disminuir la rentabilidad a los traficantes.

Ay. no, espera, eso no...

D

#6 Pero eso no se hace porque atenta contra la salud pública, no porque la droga sea robada o extraída de un animal en peligro de extinción. Los motivos son completamente distintos, puede que sea igualmente no razonable revender el marfil a bajo coste, pero desde luego el razonamiento que lo justifica debería ser bastante diferente al que se aplica a las drogas.