Nada más nacer, ya son rechazados. Generalmente por sus padres, que los abandonan, a ellos y a sus madres, a las que se culpa de la condición. Tienen dificultades en la escuela para ver la pizarra. Profesores y compañeros los discriminan e insultan. Vivos son repudiados y considerados malditos. Muertos, en cambio, valen su peso en oro: sus órganos son valorados como amuletos capaces de atraer todo tipo de fortuna. Sufren cacerías y muchos se ven obligados a huir...son los albinos nacidos en África. Son las otras víctimas del color de piel.
Comentarios
La verdad es que es una completa animalada el trato que dan a los albinos en muchas tribus africanas. Todo por estupideces religiosas y tradiciones sin sentido...