"Ernesto trabajaba con un contrato bajo el convenio de oficinas en el que no está regulada la actividad de deposición. Durante los primeros meses se recluía furtivamente una o dos veces al día en los servicios. Poco a poco fue cogiendo confianza y permanecía periodos de 30 a 60 minutos en el retrete. A veces se dormía. “Era muy desagradable volver a mi puesto después de estos bellos momentos”. [...] Ante esta situación “alegal” y tras una dura negociación, el trabajador ha conseguido que regularicen la actividad que mejor sabe hacer".
Comentarios
#0 Hay una cosa que no entiendo: ¿consideras ésto interesante como para menearlo pero le cambias el tìtulo original "Le pagan por cagar" por un ñoño "Le pagan por hacer de vientre"?
#2 Lo seleccioné en la categoría, pero si alguien puede ponerlo, se agradece.
#4 Sí. Aclarado.
Deberías poner humor en el titular.
Basta de noticias políticas.
Que lo contraten en el departamento de calidad de Scottex o Cel
Igual que a la mayoría de los políticos ¿no? Les pagan por cagarla...
Se merece un documental de la serie Dirty Jobs.
Pues se lo dormirían las piernas una barbaridad.