La declaración de los derechos del niño nos dice que es un derecho de todo sujeto sin importar edad, raza, religión o posición económica, el no ser maltratados ni discriminados. Los docentes debemos ser un ejemplo en la implementación y la defensa de dichos derechos. En general, las definiciones de maltrato infantil nos dicen que es toda acción intencional y reiterada que por acción u omisión, produce daño físico y/o psíquico en una persona menor de 18 años, afectando el desarrollo de su personalidad.
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Está claro que los malos tratos siempre se producen desde el más fuerte al más débil. Hemos logrado grandes avances en la lucha contra los malos tratos a mujeres, aunque es posible que por la naturaleza humana nunca consigamos erradicar las conductas violentas. Sin embargo, existen dos grandes sectores de la sociedad que por sus circunstancias se hallan en situación de franca indefensión ante el maltrato: los niños y los ancianos.
En este artículo se nos habla de las múltiples formas de maltrato que se ejercen sobre los niños. Formas que algunos aún confunden con "métodos educativos" y que producen secuelas irreversibles sobre la persona en formación.
Todavía recuerdo cómo me impresionó leer en una entrevista a Vargas Llosa como el famoso escritor recordaba, más de sesenta años después, los malos tratos sufridos en su infancia como algo que le había marcado de forma indeleble.
Y es que un adulto puede rehacer su vida, pero una infancia robada no se puede recuperar.
En mi todavía corta experiencia docente, he conocido algunos casos y la situación es dramática. Primero intentas ayudar al niño, pero te das cuenta que debes ayudar a la familia o no habrá remedio. He tenido tutorías interminables con padres que me trataban con desprecio, múltiples avisos, y finalmente la decisión más dura de llamar a los servicios sociales. Es terrible no poder hacer más...
P.S. No hablo de maltrato físico, sino por abandono (niños realmente sucios, desatendidos, mal nutridos, con falta de atención y cariño... y no por falta de dinero)
Ferrer Guardiá en la escuela moderna, uno de sus principios era que la escuela debía ser voluntaria, sin animo cooperador no sirve de nada escolarizar a un niño... y eso lo dijo hace 100 años.
Lo que mas me duele es que una manzana podrida puede pudrir todo el cesto. Hay que buscar metodos educativos para corregir esos comportamientos.
No vale, el tirar la toalla... por que es un niño y no podemos hacer nada