Alberto Vázquez Figueroa se ha ganado la vida con sus libros, pero ahora lleva tiempo invirtiendo mucho más que su esfuerzo en promover la construcción de un modelo de desaladora que reduciría los costos del agua desalada hasta casi la práctica inexistencia de los mismos. Su implantación es factible a gran escala porque no sobrecarga la red de distribución eléctrica del país. Con su experiencia nos da a entender los intereses ocultos detrás de que el proyecto no acabe de ver la luz a pesar de los estudios favorables de Medio Ambiente y Fomento.
Comentarios
Lamentablemente la desaladora de Vázquez Figueroa no es rentable energéticamente. Me explico: es necesario gastar más energía en bombear el agua para que adquiera energía potencial que la necesaria en una desaladora de ósmosis convencional.Pero hay mejores ideas al respecto. Por ejemplo, el norteamericano Albert H. Aul logró en 1969 la patente US3474014 titulada Desalinización de agua salina por medio de electrogravedad. Aquí se plantea el uso de las propiedades electrolíticas de las sales disueltas en el agua del mar, además de aprovechar la gravedad, ya sea por elevación del agua o por el uso de galerías subterráneas.
Llama la atención tu comentario (Teneram) siendo la entrevista de este mismo fin de semana, que no lo sepa ni él. De hecho él lo demuestra conque la energía utilizada en elevar el agua se recupera al descenderla, y lo avalan los estudios de los ministerios.