Si hace tres años, este Diario sorprendía contando la historia de Val, un podenco atropellado que quedó literalmente empotrado en el parachoques del vehículo durante varios kilómetros y sobrevivió al accidente, el milagro ha vuelto a repetirse hace unos días en Santiago de Chile. El pasado 20 de mayo, una señora atropelló a un perro y cuando llevó el coche al taller, casualmente el mismo modelo que el vehículo de Badajoz, un Citroën C4; los mecánicos se dieron cuenta de que el animal se encontraba dentro del parachoque y seguía vivo.
Comentarios
"casualmente el mismo modelo que el vehículo de Badajoz, un Citroën C4".No creo en casualidades,seguro que ese modelo lleva un frontal diferente al resto,y resulta ser un poco "salvaperros" ese auto.
Pobrecito, que penita me ha dado, lo bueno es que llebava correa así que no parece un perro abandonado, yo si fuera la dueña del coche le adoptaría enseguida, es un animal con buena suerte.
Parece que unas rejillas de endeble plástico (que cosa tan rara en un coche moderno), son las que permiten que los perretes se incrusten dentro del paragolpes y no mueran por el impacto.
En cualquier caso menuda experiencia para el bicho y a toda velocidad en el frontal del coche
¿Soy al único al que le parece que los rescatadores están borrachos?
Se le ve muy asustado, ojala no tenga nada interno.