"Todos esos rituales del mercado de los jovencitos, el mercado de esclavitud me excitaba enormemente...La abundancia de chicos jóvenes muy atractivos y disponibles inmediatamente me llevaba a un estado de deseo". Estas palabras, recogidas en un libro titulado La mala vida, publicado en 2005, no pertenecen a ningún personaje decadente de una novela de Michel Houllebecq, sino a la autobiografía del actual ministro de Cultura francés, Frederic Mitterrand, sobrino también del ex presidente galo François Mitterrand.
Comentarios
¡¡un político que ha tenido malos pensamientos y ha cometido actos impuros!!
¡¡A por él!!
#5 Se jacta de lo que ha hecho, a por el y rapidito...
Aunque lo dice honestamente y sin tapujos, mejor eso que aquellos que ocultan con todo lo que tienen...
#5: No, no ha cometido actos impuros. Ha atentado contra los derechos humanos, lisa y llanamente. Por mí como si se zumba a la tostadora, pero participar en la explotación y esclavitud de otras personas es un delito, además de, obviamente, moralmente repugnante. Todavía más si son menores de edad, porque esclavitud+"chicos jóvenes" casi seguro que no se refiere a veinteañeros.
Vamos, que para mí no es una cuestión de que dimita, es una cuestión de cárcel.
Como pone #4 en negritas:
"el mercado de esclavitud me excitaba enormemente..."
Pues nada, puesta a disposición de la justicia y prohibición de por vida para ejercer un cargo político. Claro...
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europapress.esse ve que sentía esa pasion...eso que se lleva en la vida, si lo ha vivido..
Menudo puerco vicioso, con perdón de los verdaderos marranos.
Amarillista, mientras fueran mayores de edad no veo dónde está el problema.
"Como ministro de Cultura ha llamado la atención sobre sí mismo en la defensa de un director de cine acusado de violar a una niña y ha escrito un libro donde dice que se aprovechó del turismo sexual. Por decir algo, lo encuentro chocante", ha declarado el portavoz socialista, Benoit Hamon.
Dios los cría y ellos se juntan.
#1 El problema está en que, mayores o no, sabía que estaban prostituidos a la fuerza o por necesidad:
"el mercado de esclavitud me excitaba enormemente..."