Al caminar por el Grand Park, unas pequeñas cajas de madera llenas de libros dentro, atrapan la curiosidad de cualquiera. Se trata de las mini bibliotecas que tiene la ciudad, frente al Ayuntamiento.
Me ha recordado mucho al colegio de mi infancia, al que fui hasta 6º de EGB. Había una minibiblioteca al fondo de cada aula, clavada en la pared. Cada curso esas minibibliotecas empezaban conteniendo un par de docenas de libros y acababan con 5 o 6. No había que pedir permiso ni registrar el préstamo de libro ni nada, de hecho siempre había cabritos que no devolvían los libros. No eran sesudos libros para aprender nada sino puro divertimento: humor; aventuras en general; detectives como los Hollister o Los 5 y similares. El primer libro que leí en mi vida, aún lo recuerdo, fue uno de esos. Ya nunca dejé de leer. Y como yo otros muchos cayeron en el vicio, con los que intercambiaba libros y tal. Era de lo más normal en ese colegio ver a niños intercambiarse libros en el recreo, el autobús, etc, todo gracias a esas minibibliotecas.
No hace falta decir soy más que favorable a esta iniciativa. Ojalá lo hicieran en todos los pueblos y ciudades.
Comentarios
Minitontería hispster del día...
#1 Minitontería? Macromierda!
Yo prefiero el Minibar de toda la vida.
#3 y las minifaldas
Muy mainstream
Me ha recordado mucho al colegio de mi infancia, al que fui hasta 6º de EGB. Había una minibiblioteca al fondo de cada aula, clavada en la pared. Cada curso esas minibibliotecas empezaban conteniendo un par de docenas de libros y acababan con 5 o 6. No había que pedir permiso ni registrar el préstamo de libro ni nada, de hecho siempre había cabritos que no devolvían los libros. No eran sesudos libros para aprender nada sino puro divertimento: humor; aventuras en general; detectives como los Hollister o Los 5 y similares. El primer libro que leí en mi vida, aún lo recuerdo, fue uno de esos. Ya nunca dejé de leer. Y como yo otros muchos cayeron en el vicio, con los que intercambiaba libros y tal. Era de lo más normal en ese colegio ver a niños intercambiarse libros en el recreo, el autobús, etc, todo gracias a esas minibibliotecas.
No hace falta decir soy más que favorable a esta iniciativa. Ojalá lo hicieran en todos los pueblos y ciudades.