Publicado hace 12 años por thingoldedoriath a noticias.lainformacion.com

En 2004 y en 2005 estuvo dos semanas en un centro de emergencia para mujeres de la Junta por agresiones de una anterior pareja y, tanto en esos dos años como en 2011, rechazó una casa de acogida, la última vez para no separar a su hija de 3 años de su padre, el supuesto agresor, que era su tío carnal. La víctima recibió anoche varias puñaladas en la casa en la que vivía desde verano pasado con su hija y su última pareja, que también resultó herido leve en el cuello. Fue el supuesto asesino el que abrió la puerta cuando llegaron los agentes...

Comentarios

keleb

Considero que se tendría que endurecer aun mas las penas a los maltratadores , y en caso de asesinato como este caso, que no salga de la cárcel en lo que les queda de vida.

thingoldedoriath

Yo conozco bastante el entorno carcelario y, sinceramente, hasta hace un par de años no era partidario de endurecer ningún tipo de pena y menos estas porque ya son bastante altas las que se aplican por asesinato. No me gustan las discriminaciones por razón de sexo (género). Un asesinato es un asesinato, ya le Ley prevé agravantes para cada caso y por cierto, el de seso ya estaba previsto antes de la conocida como Ley de Violencia de Género.

Dicho esto... he de reconocer que al fin último que la CE y la LOGP fija para las penas de prisión: la reinserción social de los condenados; en este tipo de casos no está dando resultados satisfactorios. Todo lo contrario, en muchos casos, las conductas violentas y las amenazas continúan mientras dura la prisión y se agravan al quedar en libertad, o incluso durante el disfrute de permisos penitenciarios.

Desde ese punto de vista y conociendo de primera mano que los cambios en la conducta de estos individuos son muy difíciles, debido al arraigo que tienen en su personalidad otros factores relacionados con su educación y sus convicciones; habría que establecer otro tipo de "tratamientos penitenciarios" más efectivos y probablemente sería necesario que la duración de las penas estuviese condicionada a esos cambios efectivos en su conducta (la CE prohíbe cualquier tratamiento para la modificación de la personalidad...). Y a que esos cambios se pudiesen medir de una forma más clara, más efectiva, mas científica. Y con científica me refiero a ciencia de verdad, no a lo que dice ahora mismo la letra de la LOGP, que establece "... principios de individualización científica, para el tratamiento de los penados..." pero se refiere a la intervención de psicólogos, trabajadores sociales y educadores.

No. Yo me refiero a métodos de medición científicos. Hoy en día existen métodos científicos que permiten averiguar ciertas reacciones conductuales con certeza. Porque miden parámetros físicos y perfectamente cuantificables. Lo que pasa es que la Ley dice que este tipo de tratamientos deben ser "aceptados de forma voluntaria por los penados". Bien... pues que sigan siendo de aceptación voluntaria; pero, que aquellos que no quieran someterse a este tipo de tratamientos y cursos de sensibilización; no puedan alcanzar ningún tipo de beneficio penitenciario si no aceptan que deben de cambiar su conducta si quieren ser reinsertados en la sociedad.

Y; a la vista de este tipo de casos, igual es conveniente alargar las penas y proveer un sistema de libertad condicional y vigilada más largo, que permita observar la conducta de estos individuos antes de que haya que ponerlos en libertad.

Porque, evidentemente, yo no estoy a favor de la cadena perpetua...

RockRio

Yo creo que hay conductas que no se pueden reconducir y personas que no se pueden reinsertar: violadores, maltratadores, asesinos, mafiosos, etc...
El grado de reincidencia es elevadísimo.
Si al final cada vez que le das una oportunidad a un tipo de estos reincide, ya me dirás, y sobretodo para quien lo sufre.

thingoldedoriath

Lamento el tamaño del titular, pero es que en los originales están confusos. He subido esta noticia para destacar de alguna forma que la coletilla oficial* "pero es que no denunció a tiempo..."; carece de rigor. Y para que podamos hacernos una pregunta: donde estaban los funcionarios que debían protegerla ?? por qué no se le colocó a este señor una pulsera con GPS ??

thingoldedoriath

Yo en el entorno penitenciario he visto de todo... He visto personas que en muy poco tiempo en prisión y sin presiones de ningún tipo, simplemente por estar apartados de una sociedad que, no se puede negar, siempre tiene una influencia en los delitos; se dieron cuenta del alcance de lo que habían hecho, recapacitaron, pidieron perdón y cambiaron.

Pero también he visto a muchos que usando las mismas artes que para cometer sus delitos, lograron engatusar a psicólogas, educadores y trabajadoras sociales... dijeron que si a todo, incuso lloraron, con el fin de salir, y salieron. Algunos han reincidido y otros no. Pero un buen observador sabe perfectamente cuando alguien es sincero y cuando interpreta un papel de bueno para poder salir de la cárcel.

Es evidente que hay muchos de los segundos y poquísimos de los primeros. Uno de los motivos que aumenta el número de los segundos resulta de una perversión del propio sistema: "a estos profesionales, psicólogas, educadores, trabajadoras sociales... les gusta creer que su trabajo ha conseguido cosas... que su trabajo vale para algo... que su trabajo logra cambios en la conducta de las personas..." y, a veces, dan por buenas malas interpretaciones de papeles secundarios que no pasarían una audición en un teatro, ni para apuntador :-). Es normal que los profesionales que trabajan en entornos tan duros como el penitenciario; en el que los logros son pocos y poco cuantificables, se dejen llevar por ese "optimismo". Supongo que es una especie de vacuna* para poder seguir acudiendo al trabajo cada día con un poco de esperanza.

Pero la realidad se acerca más, desgraciadamente, a lo que tu dices. Yo no diría que hay conductas que no se pueden reconducir. Creo que todas se pueden reconducir, lo que pasa es que los medios y los entornos en que se aplican los tratamientos no son los adecuados y por otra parte la Ley (para prevenir torturas y otros males carcelarios) limita el uso de ciertas técnicas psicológicas y psiquiátricas. Siempre hay que contar con la aceptación del preso para según que tipo de tratamiento penitenciario. A no ser que un juez ordene lo contrario, pero sólo lo hacen en casos de enfermedad mental grave.

En estos casos, las garantías del Estado de Derecho se vuelven en contra de los objetivos deseables. Pero, supongo que tiene que ser así. Y en ese caso, sólo queda el recurso de endurecer las penas, lo que supone más tiempo de prisión. Pero es que yo, que conozco el entorno penitenciario desde hace bastantes años; estoy seguro de que lo que no se consiga sacar de una persona en 10 años de prisión, no se consigue en 20 años de prisión. Lo único que si se consigue es que en ese tiempo las posibles víctimas* estén a salvo. Pero... en muchos casos, las personas salen de la cárcel "social y familiarmente muertas; muertas de verdad, con los pies por delante o, tan institucionalizadas que su reiserción social es prácticamente imposible".