"No tiene perdón de Dios" comentaba una de las hijas en la puerta de su casa. La misma familia que ha sufrido cinco incendios -cuatro la madre y uno más la hija- consecutivos provocados en los dos últimos meses soportó ayer la profanación de la tumba del marido de Felina Molero y la quema de sus restos mortales. La amenaza contra la familia toma unos tintes truculentos.