Hace 14 años | Por juliagonzalez a turismoytren.com
Publicado hace 14 años por juliagonzalez a turismoytren.com

Experiencia real de un usuario enfadado. Pasar varias horas en el tren junto a una viajera que no para de hablar por el móvil es insoportable. ¿Por qué no usan las plataformas entre vagones?. Deberían prohibir el uso de móviles en los trenes.

Comentarios

YoSeQuienSoy

#3 si vas a usar los tag estilo html para hacer un chiste hacelo bien lol

D

#14 La solución es bien simple: hostigamiento.
¿Quieres que se calle? interrumpela dandole conversación sin parar, con hacer como dice #13 ya la tienes fuera de juego. ¿Que se te pone brava? Pues le dices que si no quiere contestaciones que no haga su conversación pública y listos.

El único problema que veo aquí es que el tipo este quería dormir y no pudo porque había mucho ruido y me apuesto lo que sea a que el "señoríto" ni siquera pidío a la chica silencio.

No se quien tiene menos educación, si este cuentacuentos o la chica.

r

a la gente le gusta que los demas sepan lo que hacen.
en el tren, en el metro, en el autobus... da igual donde.
cuentan su vida privada sin ningun pudor.

eso si, lo pasas bien escuchando las burradas que dicen algunos je je

Maki_

#1 Y lo raro es que Twitter no triunfe en España.

D

Pues etoy de acuerdo en que es una putada. Pero prohibir.... no me gusta que se prohiban cosas.
Me gustaría, no obstante que la gente fuera educada, respetuosa con los demás, y no se pensara que vive sola en el mundo, o que éste gira alrededor de ellos.
A ver si la famosa "Educación para la ciudadanía" da sus frutos, per no sé...

a

Por eso es imprescindible viajar con reproductor MP3 preparado.
Te puede tocar la llamada de móvil interminable o el idiota con la música de su reproductor a todo trapo.
Prohibir los moviles en los trenes no se, pero la gente deberia ser consciente que molestan.

S

Cuando estuve en Japón descubrí que eso no pasaba en los trenes. Nadie hablaba, nadie hacía ruido, y los que hablaban por el movil se iban a la zona entre vagones. El resultado era sorprendente, un gran silencio en el vagón a excepción de la mecánica del tren y el berrinche de algún niño cansino.

Sin duda hay mucho que aprender en este país.

Negret

Abuelito...¿qué era el silencio?

Segador

Yo lo que hago es responderles como si hablaran conmigo.
-(al movil) Hola
-(yo) Hola!
me mira raro
- ah creia que me hablabas a mi...
-(al movil) ¿que tal estas?
-(yo) Bien! - ah perdona creia que...

y asi hasta que cree que estas loco. Funciona! Y es divertido!

D

El semanal, 5 de Marzo de 2000

ESE BOBO DEL MÓVIL por4 Arturo perez reverte

Mira, Manolo, Paco, María Luisa o como te llames. Me vas a perdonar que te lo diga aquí, por escrito, de modo más o menos público; pero así me ahorro decírtelo a la cara en próximo día que nos encontremos en el aeropuerto, o en el AVE, o en el café. Así evito coger yo el teléfono y decirle a quien sea, a grito pelado, aquí estoy, y te llamo para contarte que tengo al lado a un imbécil que cuenta su vida y no me deja vivir. De esta manera soslayo incidentes. Y la próxima vez, cuando en mitad de tu impúdica cháchara te vuelvas casualmente hacia mí y veas que te estoy mirando, sabrás lo que tengo en la cabeza. Lo que pienso de ti y de tu teléfono parlanchín de los cojones. Que también puede ocurrir que, aparte de mí, haya más gente alrededor que piense lo mismo; lo que pasa es que la mayor parte de esa gente no puede despacharse a gusto cada semana en una página como ésta, y yo tengo la suerte de que sí. y les brindo el toro.

Estoy hasta la glotis de tropezarme contigo y con tu teléfono. Te lo juro, chaval. O chavala. El otro día te vi por la calle, y al principio creí que estabas majareta, imagínate, un fulano que camina hablando solo en voz muy alta y gesticulando furioso con una mano arriba y abajo. Ése está para los tigres, pensé. Hasta que vi el móvil que llevaba pegado a la oreja, y al pasar por tu lado me enteré, con pelos y señales, de que las piezas de PVC no han llegado esta semana, como tú esperabas, y que el gestor de ciudad Real es un indeseable. A mí, francamente, el PVC y el gestor de Ciudad Real me importan un carajo; pero conseguiste que, a mis propias preocupaciones, sumara las tuyas. Vaya a cuenta de la solidaridad, me dije. Ningún hombre es una isla. Y seguí camino.

A la media hora te encontré de nuevo en un café. Lo mismo no eras tú, pero te juro que tenías la misma cara de bobo mientras le gritabas al móvil. Yo había comprado un libro maravilloso, un libro viejo que hablaba de costas lejanas y antiguos navegantes, e intentaba leer algunas páginas y sumergirme en su encanto. Pero ahí estabas tú, en la mesa contigua, para tenerme al corriente de que te hallabas en Madrid y en un café cosa que por otra parte yo sabía perfectamente, porque te estaba viendo y de que no volverías a Zaragoza hasta el martes por la noche. Por qué por la noche y no por la mañana, me dije, interrogando inútilmente a Alfonso el cerillero, que se encogía de hombros como diciendo: a mí que me registren. Tal vez tiene motivos poderosos o inconfesables, deduje tras cavilar un rato sobre el asunto: una amante, un desfalco, un escaño en el Parlamento. Al fin despejaste la incógnita diciéndole a quien fuera que Ordóñez llegaba de La Coruña a mediodía, y eso me tranquilizó bastante. Estaba claro, tratándose de Ordóñez. Entonces decidí cambiar de mesa.

Al día siguiente estabas en el aeropuerto. Lo sé porque yo era el que se encontraba detrás en la cola de embarque, cuando le decías a tu hijo que la motosierra estaba estropeada. No sé para qué diablos quería tu hijo, a su edad, usa la motosierra; pero durante un rato obtuve de ti una detallada relación del uso de la motosierra y de su aceite lubricante. Me volví un experto en la maldita motosierra, en cipreses y arizónicas. El regreso lo hice en tren a los dos días, y allí estabas tú, claro, un par de asientos más lejos. Te reconocí por la musiquilla del móvil, que es la de Bonanza. Sonó quince veces y te juro que nunca he odiado tanto a la familia Cartwright. Para la ocasión te habías travestido de ejecutiva madura, eficiente y agresiva; pero te reconocí en el acto cuando informabas a todo el vagón sobre pormenores diversos de tu vida profesional. Gritabas mucho, la verdad, tal vez para imponerte a las otras voces y musiquillas de tirurí tirurí a veces te multiplicas, cabroncete que pugnaban con la tuya a lo largo y ancho del vagón. Yo intentaba corregir las pruebas de una novela, y no podía concentrarme. Aquí hablabas del partido de fútbol del domingo, allá saludabas a la familia, acullá comentabas lo mal que le iba a Olivares en Nueva York. Me sentí rodeado, como checheno en Grozni. Horroroso. Tal vez por eso, cuando me levanté, fui a la plataforma del vagón, encendí el móvil que siempre llevo apagado e hice una llamada, procurando hablar bajito y con una mano cubriendo la voz sobre el auricular, la azafata del vagón me miró de un modo extraño, con sospecha. Si habla así pensaría, tan disimulado y clandestino, algo tiene que ocultar este hijoputa.

El Semanal 5 de Marzo de 2000

D

De repente me viene a la mente...
Ese bobo del móvil
Mira, Manolo, Paco, María Luisa o como te llames. Me vas a perdonar que te lo diga aquí, por escrito, de modo más o menos público; pero así me ahorro decírtelo a la cara en próximo día que nos encontremos en el aeropuerto, o en el AVE, o en el café. Así evito coger yo el teléfono y decirle a quien sea, a grito pelado, aquí estoy, y te llamo para contarte que tengo al lado a un imbécil que cuenta su vida y no me deja vivir.
De esta manera soslayo incidentes. Y la próxima vez, cuando en mitad de tu impúdica cháchara te
vuelvas casualmente hacia mí y veas que te estoy mirando, sabrás lo que tengo en la cabeza. Lo que
pienso de ti y de tu teléfono parlanchín de los cojones. Que también puede ocurrir que, aparte de
mí, haya más gente alrededor que piense lo mismo; lo que pasa es que la mayor parte de esa
gente no puede despacharse a gusto cada semana en una página como ésta, y yo tengo la suerte de
que sí. y les brindo el toro.
Estoy hasta la glotis de tropezarme contigo y con tu teléfono. Te lo juro, chaval. O chavala. El
otro día te vi por la calle, y al principio creí que estabas majareta, imagínate, un fulano que camina
hablando solo en voz muy alta y gesticulando furioso con una mano arriba y abajo. Ése está para
los tigres, pensé. Hasta que vi el móvil que llevaba pegado a la oreja, y al pasar por tu lado me enteré,
con pelos y señales, de que las piezas de PVC no han llegado esta semana, como tú esperabas, y
que el gestor de ciudad Real es un indeseable.
A mí, francamente, el PVC y el gestor de Ciudad Real
me importan un carajo; pero conseguiste que, a mis propias preocupaciones, sumara las tuyas.
Vaya a cuenta de la solidaridad, me dije. Ningún hombre es una isla. Y seguí camino.
A la media hora te encontré de nuevo en un café. Lo mismo no eras tú, pero te juro que tenías
la misma cara de bobo mientras le gritabas al móvil. Yo había comprado un libro maravilloso, un
libro viejo que hablaba de costas lejanas y antiguos navegantes, e intentaba leer algunas páginas y
sumergirme en su encanto. Pero ahí estabas tú, en la mesa contigua, para tenerme al corriente de que
te hallabas en Madrid y en un café —cosa que por otra parte yo sabía perfectamente, porque te
estaba viendo— y de que no volverías a Zaragoza hasta el martes por la noche. Por qué por la noche
y no por la mañana, me dije, interrogando inútilmente a Alfonso el cerillero, que se encogía de
hombros como diciendo: a mí que me registren.
Tal vez tiene motivos poderosos o inconfesables, deduje tras cavilar un rato sobre el asunto: una
amante, un desfalco, un escaño en el Parlamento. Al fin despejaste la incógnita diciéndole a quien
fuera que Ordóñez llegaba de La Coruña amediodía, y eso me tranquilizó bastante. Estaba
claro, tratándose de Ordóñez. Entonces decidí cambiar de mesa. Al día siguiente estabas en el aeropuerto.
Lo sé porque yo era el que se encontraba detrás en la cola de embarque, cuando le decías a tu hijo que la motosierra estaba estropeada. No sé para qué diablos quería tu hijo, a su edad, usa la motosierra; pero durante un rato obtuve de ti una detallada relación del uso de la motosierra y de su aceite lubricante. Me volví un experto en la maldita motosierra, en cipreses y arizónicas. El regreso lo hice en tren a los dos días, y allí estabas tú, claro, un par de asientos más lejos. Te reconocí por la musiquilla del móvil, que es la de Bonanza. Sonó quince veces y te juro que nunca he odiado tanto a la familia Cartwright. Para la ocasión te habías travestido de ejecutiva madura, eficiente y agresiva; pero te reconocí en el acto cuando informabas a todo el vagón sobre pormenores diversos de tu vida profesional. Gritabas mucho, la verdad, tal vez para imponerte a las otras voces y musiquillas de tirurí tirurí —a veces te multiplicas, cabroncete— que pugnaban con la tuya a lo largo y ancho del vagón. Yo intentaba corregir las pruebas de una novela, y no podía concentrarme.
Aquí hablabas del partido de fútbol del domingo, allá saludabas a la familia, acullá comentabas lo mal que le iba a Olivares en Nueva York. Me sentí rodeado, como checheno en Grozni. Horroroso. Tal vez por eso, cuando me levanté, fui a la plataforma del vagón, encendí el móvil que siempre llevo apagado e hice una llamada, procurando hablarbajito y con una mano cubriendo la voz sobre el auricular, la azafata del vagón me miró de un modo extraño, con sospecha. Si habla así —pensaría—, tan disimulado y clandestino, algo tiene que ocultar este hijoputa.

Arturo Pérez Reverte
27 de febrero de 2000

#48 Coincidimos en todo... Menos en la fecha lol lol lol lol lol lol lol

Scan

#0 a ti y al del blog os falta un poquito de "All-Bran" por las mañanas!!! lol
Con un poquito de educación se le dice a la "compañera de viaje" si puede hablar un poco mas bajo y listos...

miguemac

#12 y "la compañera de viaje" te hubiese mandado a freír espárragos o a por unos auriculares...

Difícil solución tiene esto, porque yo no puedo dormir en el tren nunca, no lo consigo, no me gusta la tele... Solo me queda el iPhone y el portátil, o ponen wifi gratis o siguen permitiendo el uso de móvil, al menos datos, la voz me la sopla.

Scan

#14 entonces pasas a mayores, le recriminas, te cabreas, la mandas a la mierda, hablas con el revisor... en función de como se comporte la susodicha... pero no propongas prohibir el uso del teléfono pq a tí te molesta.

b

Podrias haber intentado amablemente pedir a tu compañera de viaje que moderara el volumen o usara las plataformas.
Si desiste o bien sigue incordiando siempre puede hablar con el personal de a bordo.

Quizá es algo que nos diferencia a los españoles del resto: hay mucha gente que habla en voz alta con el movil.

Perfectamente es una falta de respeto y educación.

D

Total, que el tipo en lugar de levantarse y decirle a la niña de los cojones que tenga la amabilidad de callarse o salir a hablar fuera, se traga todo el viaje enterito desde el principio hasta el final y cuando llega se queja en internet.

Menudo tolay.

D

No es cuestión de prohibición. Es cuestión de educación (cosa que en este país brilla por su ausencia).

Desde los charlatanes en el tren, hasta los garrulos con camela en el móvil a toda pastilla por la calle a las 23.00 de la noche.

Es que somos tontos... que le vamos a hacer.

D

#43 Si lo que dices sucede en España:
a) La chica no se disculpa.
b) Te manda a tomar por el culo.
c) Pone el volumen más alto, si cabe.
d) En Nantes (o en la ciudad que correspondiera en España) te espera el novio de la chica con otros 20 amigotes con bates de beisbol para darte la "bienvenida".

Es lo que hay, amigo. Y lo odio.
Voy a añadir otra opción que anularía todas las anteriores:
A) Tu compañero de asiento no se gira porque no se atreve a decir nada por miedo a a), b), c) y d). Y si lo hiciera, nunca lo pediría por favor.

HaScHi

A mi me mparecería una gilipollez prohibir hablar por el móvil. Lo que se debería prohibir es cualquier comportamiento irrespetuoso con el resto de viajeros; hablar a gritos (sea por móvil o en persona), escuchar música sin auriculares, comer bocadillo de chorizo de esos que tumban al que está al lado...

Pero, como siempre, entramos en el tema de la educación y el respeto a los demás. Algo que en España es muy difícil de hacer entender.

j

#0 No. El problema es la falta de educación. Me da igual que prohíban hablar por el móvil si los viajeros de detrás de mí se hablan a gritos el uno al otro.

D

El problema no es hablar con el móvil, porque hablar con el móvil es como hablar con un amigo de al lado.

El problema son los timbres estridentes y el elevado tono de voz.

D

a mi me toco tambien un viaje al lado de una señorita que no paraba de hablar por telefono, con voz estridente y a grito pelado (seria sorda la chica)
para que se diese cuenta que estaba molestando hice una cosa muy simple
empece por poner a la altura de mi oreja mi propio movil; que casualidad que al lado estaba su otra oreja. Y empece a probar todos los politonos con volumen maximo, y en algunos de ellos cantaba yo a capella la misma sintonia. Llego un momento en que la chica me dijo que la estaba molestando, que si no veia que ella estaba hablando por telefono. Muy educadamente la conteste que era ella la que me molestaba a mi con sus gritos y que por que pretendia que todo el vagon se enterase de su conversacion. Muy ofendida se levanto y se fue a la plataforma a hablar. Joder que gusto me dio verla irse toda ofendida

Baro

Solo es molesto cuando el trayecto tiene muchos túneles.
Como el tren A Coruña-Vigo (entre A Coruña y Santiago está plagado). Siempre es "blablablablabla mierda se ha cortado. Ooooye que estaba en un tunel y se ha cortado, bueno, te decia, blablablablabla mierda se ha cortado. Ooooye que estaba en un tunel y se ha cortado, bueno, te decia, blablablablabla mierda se ha cortado. Ooooye que estaba en un tunel y se ha cortado, bueno, te decia ..."

Nirgal

Es una ventaja del metro, al menos el de algunas ciudades. Simplemente no hay cobertura dentro.

D

Por cierto, aparte de todo es spam:

@pablete79 (de 3 meneos, 2 son de aquí)
juliagonzalezjuliagonzalez (sólo 1 meneo y es de aquí)

Nadie más ha meneado este blog

sacaelwhisky

Eh, a mí me parece mal que haya "stops" y "cedas" en los cruces. Prohibir por prohibir es siempre algo dañino. Detenerse en un cruce debería ser una cuestión de educación entre los conductores. Al primero que se le ocurrió poner un semáforo debía de ser un gilipollas, está claro.

Ahora en serio: Ya que ha salido el tema de los auriculares, jode mucho estar varias horas en un tren y no parar de oír el "chirrichirri" de diez o quince auriculares. Las madres que os parió.

Bad_CRC

Y el tio ronca? no en serio, si la tia esta le hubiese dejado dormir y el tio se hubiese puesto a roncar tendríamos el mismo post pero quejándose de lo maleducada que es la gente que le despierta mientras duerme.

montag

un poco exagerado.
hay veces que la gente molesta mucho en un tren o un autobus,pero ante eso la mejor solucion son un mp3 y unos auriculares

D

El movil es el twitter de los que no pueden navegar por internet.

outravacanomainzo

La verdad podría entender que la chica se le pusiera tonta al llamarle la atención por molestar(si es cierto que hay avisos de que hable por teléfono en los lugares indicados)

Pero que se queje sin hacerle saber a la chica que molestaba... no lo entiendo. Y si en lugar de ser alguien al teléfono fuese alguien sin desodorante ¿que habría que prohibir?

A la gente le falta mucha educación, eso sin duda. Que habría que promover muchas cosas es una verdad absoluta. Pero de ahí a prohibir que se hable por teléfono... creo que no.

marlenne

Vaya estupidez!!! en esta sociedad ya se prohibe casi todo... si a una persona le molesta que vayan hablando ciertas personas o alguien con su movil, pues para eso que no se vaya en un transporte público.... a mi me molesta tb que la gente huela mal o escuchar música de ciertos móviles, o que el pesao de turno te acose con la mirada, aguantar los empujones de la gente a la hora punta de la mañana... y me aguanto... porque es PÚBLICO. que sino para eso me voy en coche....estoy de acuerdo con #26... y al que no le gusta pues que se coja un taxi... así de sencillo.

pedropac

O la venganza de Carlos Herrera. A él también le queman mucho los que hablan todo el rato a gritos en el AVE por el móvil.... una mañana en la radio contó la conversación de uno ... "Fulanito de tal" debe dinero... "Menganito de cual" que ya tiene el pedido hecho...

D

A mi me toca mucho los huevos cuando ponen la musiquita en el movil. Si de verdad fuese para escuchar música ¿por qué no usar auriculares? la calidad es mucho mayor, sin embargo prima más dar la nota y que todo el mundo escuche su música, aunque sea mala y además se oiga mal.

D

Es una pena que sea ilegales usar los bloqueadores de telefonia celular, porque si no.....

http://www.twenga.es/dir-Telefonia,Alimentacion-para-movil,Bloqueador-celular

D

Manera rápida de evitar las llamadas en los trenes: convirtiendo los vagones en cajas de Faraday. Se queda sin cobertura en el interior y asunto resuelto.

D

Supongo que ya sabréis que las normas (hasta las de la mínima educación) en España están hechas para los demás: "Yo no me las aplico, pero los demás que las respeten".

Unnovox

Pueden poner zona para "no uso de moviles"

l

a mi mas de una vez me han dado ganas de ponerme a gritarle al oído de algún especimen de esos con el movil a todo trapo, hasta que lo apagase, solo por joder, y a este paso un día lo hago.

ChemicalX

en fin, todo lo relacionado con esta noticia me parece lamentable. Desde la tipa que habla con el móvil sin parar, hasta el tío que es incapaz de pedirla que se vaya a hablar a una zona donde no moleste, pasando por los típicos comentarios de aquí.

Lo de la gente que habla por el móvil a grito pelado sin importarle la gente de alrededor es una plaga bastante molesta, pero anda que este caso no se podría haber solucionado de forma fácil y rápida.

Lo mejor de todo es lo de "ya pedí a uno que se callara en un vagón lleno de militares y casi acabamos mal"... no sé por que en este tipo de historias siempre se hace mención a una situación similar en versión extrema y que SIEMPRE está a punto de acabar mal.
¿Si se lo pudiste pedir al militar porque no se lo puedes pedir a una muchacha?

David_VG

#0 "¿por qué renfe no instala inhibidores que corten estas comunicaciones absurdas y no permiten viajar cómodo al pasaje?"

Creo que al autor se le ha ido la pinza y mucho.

(Y yo no hablo por el teléfono en tren o autobús salvo alguna llamada inesperada de pocos segundos).

joivir

¡Me uno a los contrarios harto de tanta prohibición! Lo preocupante es el nivel de lerdos maleducados e incívicos que fabrica el país.

del_dan

donde hay que votar?????

D

Deberian de prohibir en general a toda la peña loca entrar en los metros.

Al menos en valencia ya no sabes que vas a encontrate, sobre todo en las ultimas lineas, 23:59...

D

Voto culofino ya!!

O no llegamos, o nos pasamos

asiergarzia

eso sucede por vivir en una ciudad.. si uno quiere silencio lo mejor es el campo. es absurdo quejarse de que alguien habla por el movil y molesta. si tanto era el incordio uno puede cambiarse de sitio. Si llegan a ser dos personas conversando tambien se tendría que prohibir ir dos amigos hablando en el tren?
Lo curioso es quejarse de lo q hacemos todos...

D

#45 te vas de un extremo al otro.

Que vivas en una ciudad no es sinónimo de 'hago lo que me sale de las pelotas y a quien le moleste que se joda'.

Hay un mínimo de educación y respeto por los demás.

t

¿¿¿Tamos tontos o que, como el mozo va de resaca y quiere dormir ya no se puede usar el movil, ese es todo el motivo, para que el nene duerma la mona??? Le den por culo, si por lo menos lo pidiera cuando viaja una madre con el niño recien nacido todavia, pero, ¿por esa gilipollez?, pues vaserqueno chato, te aguantas y ya dormiras en casita.

k

Estoy deacuerdo, odio prohibir cosas, pero cuanto más vamos más creo que los españoles no entienden otro idioma.

Por ejemplo Japón, está prohibido que los moviles suenen en los vagones (ya ni hablar de los que van con su mierda de música a todo trapo como versión moderna del chulo-playa), cuando la gente hablaba por el móvil, no oías su conversación. Pero bueno claro, allí tb si hacíamos un botellón se recogía todo al terminar y las calles estaban limpias y esas cosas civilizadas

Yo creo que los españoles nacemos con un problema en el volumen de la voz o de sordera

#7 No, se llama respeto, se puede mantener una conversación telefónica sin que te ogia todo un vagó, igual que se puede hablar con tu compañero de asiento y que sólo te ogia él, o todo el vagón.

D

#7 Claro que sí, pero el caso de #0 es extremo, no creo que a nadie le moleste que la persona de al lado hable por telefono, pero es insoportable tener al lado una chica que yo (supongo que gritona) durante todo el viaje...

Tenzune

#5 No seas imbécil, sabes lo que fastidia tener un taladro de cotorra al lado durante horas, si encima, tiene menos cerebro que un caracol anémico? (que es el caso, casi siempre). TODO el vagón jodiéndose durante todo un viaje. Es horrible, pero tu pareces ser gilipuertas, sordo, o el que se lo pasa la mar de bien pegando rollo a todo el tren. Ojalá te pase nunca, desgraciado. #7 espero y supongo que el comentario sea irónico. Por supuesto, a el viajero incordiado, lo último que le pasaba por la cabeza en aquel momento, era dormir, lo que más deseaba, igual que todo el mundo que la oía, era que callase.