El autor de la foto tomó está instantánea en la Isla de Sanibel, Florida (EE.UU.) mientras estaba de vacaciones. Cuando su hija vio la tormenta sobre el golfo de México adivirtió a su padre para que saliera del agua y contemplara el espectáculo. Jim cogió su cámara y esperó con el diafragma abierto a que cayese un nuevo rayo; un pescador irrumpió en la escena poco antes de que el relámpago de la foto sacudiese el horizonte. Imagino la felicidad del autor, una vez superada la momentánea ceguera, al contemplar el resultado de su disparo.
Ese hombre no tiene ni idea de que una caña de pescar (en la actualidad casi todas son de carbono) actúa con un pararrayos. O no lo sabe, o está loco de atar.
Comentarios
Falta el jubilado que pasea por la orilla preguntando "¿pican o no pican?"
#2 "Contigo, dieciocho", contesta el pescador.
Ese hombre no tiene ni idea de que una caña de pescar (en la actualidad casi todas son de carbono) actúa con un pararrayos. O no lo sabe, o está loco de atar.
la foto buenísima.
Foto de Jim Mandeville publicada en la sección Daily Dozen de National Geographic (Semana 1 de Septiembre de 2009).
No enlazo a NG porque la foto no tiene enlace directo.