Decir no a la violencia es decir no a todas las justificaciones y a todas las legitimaciones que hacen de la violencia un derecho del hombre. Lo que caracteriza la cultura de la violencia no es tanto ella misma como su justificación. Desde el momento en que la violencia se justifica no existe ningún freno al desarrollo de la misma. Por ello es vital rechazar todas las construcciones racionales que nos son ofrecidas por las ideologías dominantes para permitirnos justificar nuestras violencias y declararnos inocentes.
Comentarios
Es esencial dar una definición de la violencia de manera que no se pueda decir que puede existir una violencia buena. Existe en toda violencia una parte irreductible de injusticia con respecto a quien la soporta y esta injusticia es en sí misma injustificable.
La violencia hiere primero la humanidad del violento. La filósofa Simone Weil decía que la violencia hace de quien la soporta una cosa. El oprimido deja de ser tratado como sujeto para serlo como objeto. Deja de ser considerado como un fin para serlo solamente como un medio. Al tomar la espada como símbolo de la violencia, Simone Weil afirmaba que el frío del acero es igualmente mortal tanto en la empuñadura como en la punta.
A partir de esta mirada sobre la violencia, somos conducidos a rechazar cualquier justificación de la misma. La violencia no puede justificarse nunca porque ella jamás es justa.
Justificar la violencia bajo la cobertura de la necesidad es transformarla en necesaria. Es justificar, por anticipado, las violencias futuras y encerrar el porvenir en la necesidad de la violencia.
Es necesario rechazar, de una vez por todas el viejo adagio según el cual: “el fin justifica los medios”, lo que quiere decir que un fin justo justifica medios injustos. Otro proverbio expresa mejor la sabiduría de las naciones: “Quien quiere el fin quiere los medios”, con la condición que lo entendamos correctamente, es decir: “Quien quiere un fin justo debe querer medios justos”.
Gracias por el texto.
"Los hombres sólo pueden tratar entre sí de dos formas: Armas o lógica. Fuerza o persuasión. Aquellos que saben que no pueden ganar utilizando la lógica, siempre han acabado por recurrir a las armas." Ayn Rand
"Hi, how are you?" (Nietzsche).
"La perfección del que imparte órdenes es ser pacífico; del que combate, carecer de cólera; del que quiere vencer, no luchar; del que se sirve de los hombres, ponerse por debajo de ellos" (Lao Tse)