La localidad vizcaína de Leioa se convertirá, a finales de 2009, en el único municipio europeo en contar con una piscina de olas artificiales que permitirá, entre otras modalidades, la práctica del surf urbano en una ola artificial de tres metros de tubo. El proyecto, presupuestado en 10 millones de euros, será el primero en Europa y el quinto a nivel mundial tras el de WaveHouse en San Diego, y otro en Durban (Sudáfrica). Están previstos abrir este año otros dos en Singapur y en Santiago de Chile
Comentarios
a menos de 20 minutos de la playa de Sopelana.
Definitivamente, es algo que necesitaban
10.000.000 de €, que guay, hemos perdido el rumbo.
#3 Sí, claro. Y por 'necesitar', también necesitan una estación de esquí con nieve artificial, para no tener que ir hasta Pirineos. Y un tunel de viento, para poder hacer windsurf, que en la costa no hay todos los días. ¿Necesitar? Vamos hombre, igual nos estamos pasando cuatro pueblos con lo de las 'necesidades'.
#3 Pues en tal caso te vas a Mundaka que está a 40km o a Bakio 25km.
#2 Igual en la playa esa no se pueden encontrar olas de tres metros. Vamos, no la conozco, pero dudo que así sea. Por tanto, puede que sí que necesiten una instalación de estas.
#4 La ola de Mundaka se ha quedado en mito. Desde que hicieron un dragado, la ola desapareció y no ha vuelto, Creo que estaban haciendo un estudio para tratar de hacer obras con el objetivo de recuperarla.
No hablemos ya de los euracos, que si no se gastaban en eso se iban a gastar en otra chorrada aún más gorda. El mayor problema aquí, es que mientras una estatua de alguno que haya hecho algo por la ciudad puede costar un pastón, la estatua NO consume energía.
¿Alguien me puede decir cuánto CO2 se emitiría a la atmósfera para poder poner en marcha esas olitas?
#5 Como el Guggen en la reserva de Urdaibai...
#8
A dos pasos del mar, el señor Bilbao, nuestro ínclito diputado general, que está en todos los saraos y al que el otro día vi en prensa disfrazado de rockero, maneja nuestro dinero a su antojo. Ahora subvencionamos a la mayor multinacional, ahora creamos una ola artificial a un salto de la playa.
Claro, ahora con la crisis inmobiliaria los amigos del partido reclaman su cuota del pastel y si no es con la demanda privada siempre podemos tirar de la hucha del batzoki que llenamos entre todos.