Hace 15 años | Por --111045-- a vieiros.com
Publicado hace 15 años por --111045-- a vieiros.com

Este miércoles se debatió en el Parlamento una Proposición no de ley, hecha por la diputada nacionalista Tareixa Paz, para que Galiza sea declarada oficialmente Zona Libre de Transgénicos, para que se prohíba su cultivo mientras no se investigan sus efectos en la salud de las personas, los animales y el medio. Aunque los tres grupos con representación en la Cámara apoyaron, con unanimidad, la propuesta, el PPdeG, con la normativa comunitaria en la mano, le recordó al BNG que no se puede prohibir el cultivo y la producción de estos.

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Traducción:

Este miércoles se debatió en el Parlamento una Proposición no de ley, hecha por la diputada nacionalista Tareixa Paz, para que nuestro país sea declarado oficialmente Zona Libre de Transgénicos, para que se prohíba su cultivo mientras no se investigan sus efectos en la salud de las personas, los animales y el medio.

Sin embargo, aunque los tres grupos con representación en la Cámara apoyaron, con unanimidad, la propuesta, el PPdeG, con la normativa comunitaria en la mano, le recordó al BNG que no se puede prohibir el cultivo y la producción de organismos modificados xeneticamente en nuestro país, y el PSdeG señaló que es bueno investigar, y tantear los perjuicios y beneficios que podríamos tirar de su cultivo. Hubo acuerdo, mas encaminado a salvar nuestros cultivos tradicionales en la convivencia con los modificados xeneticamente, y dejando de lado a propuesta, más ambiciosa, que hacían los nacionalistas.

"La moción carece de contenido real"
Mientras los tres grupos debatían, perante el terreno institucional se juntaron un montón de activistas, convocados por la Plataforma Galega Antitransxénicos (PGA), vestidos de espigas de millo, e incluso un tomate, que sabían de la importancia del día señalado para que los tres grupos con representación en la Cámara se posicionen a favor o en contra de esta proposición: "Es una oportunidad histórica. Todos sabemos el mucho que hay que trabajar para cambiar las cosas, de esta vez estamos a tiempo de pararlas antes de que sucedan", decían en el comunicado que llamaba a movilizarse.

Sin embargo, aunque PPdeG, PSdeG y BNG ya se habían mostrado, con anterioridade, de acuerdo con declarar nuestro país zona libre de transxénicos, para los ecoloxistas aún hay defectos en la propuesta aprobada, ya que más allá de la declaración, procuran lo rechace a la introducción de cultivos alterados xeneticamente en las tierras gallegas -también para experimentación-, la identificación, mediante el etiquetado, de los alimentos que llevan OXM (Organismos Xeneticamente Modificados), al otro lado de información, a distribuir entre la ciudadanía y los agricultores, sobre los efectos de estes productos en la salud de las personas y del ganado.

Por una soberanía alimentar y unos métodos de producción sustentábeis
Con la mobilización se pretendía "transmitir a los y a las representantes de los grupos políticos el deseo de los gallegos y gallegas de conservar su biodiversidad y sus métodos de producción sustentábel", prohibiendo la entrada de sistemas de "producción intensiva y alterada xeneticamente promovidos por las industrias transnacionales, que tienen como único objetivo lucrarse con el control mundial de la alimentación".

Según la Plataforma Galega Antitransxénicos (PGA), estamos dentro de un instante llave para decidir lo que queremos hacer en Galiza, ya que también está en trámite una Proposición no de buena ley en la Comisión de Medio Ambiente, Agricultura y Pesca para declarar el Estado Español libre de transxénicos.

"Queremos saber lo que comemos!"
A los gritos de "Peligro, transgénicos, están en el Parlamento!", "Transxénicos en los campos, tóxicos en los platos!", "Si no tenéis hijos, será por culpa del maíz!" o "Etiquetar es un derecho esencial!", los ecoloxistas se concentraron a las puertas de la Cámara, en Compostela, para recordar que los gallegos quieren saber lo que comen, mas también lo que come el que ellos comen, es decir, lo que comen, como por ejemplo las terneras, ya que la mayor parte del millo modificado xeneticamente que se cultiva en Galiza va destinado a la alimentación del ganado.

"Parlamento, no te vendas la Monsanto!"
Además, nuestro país es también, en la actualidad, zona de cultivo experimental de millo -el conocido como NK603 x MON810-, al aire libre desde 2004. En Galiza se concentran una grande parte de los casi medio millón de metros cuadrados de todo el Estado en los que las empresas Monsanto, Pioneer y Limagrain Ibérica cultivan millo transxénico, añadiéndole la este hecho el riesgo que supone que se puedan contaminar otros campos de millo, debido a la polinización cruzada. En este sentido, la PGA denuncia que en nuestro país fue creciendo, nos últimos tres años, el número de campos experimentales dedicados la este cultivo, desparramándose por fincas de Santa Uxía de Ribera, Mesía, Val do Dubra, Touro, Arteixo, Vilalba, Chantada, Castro de Rei y Lalín, sin que se investigara aún, segundo denuncian los ecoloxistas, se existen "un riesgo significativo para la salud humana y/o de en medio".

Sin embargo, el pasado 11 de noviembre se presentó en Viena (Austria), un estudio -#encargado polos Ministerios de Sanidad y Agricultura-, sobre los efectos de los transxénicos en la salud. Esta investigación, una de las pocas realizadas sobre impactos a largo plazo del consumo de este alimentos, concluyó que la fertilidade de ratos alimentados con el millo modificado xeneticamente NK603 x MON810 estaba seriamente dañada. Este millo está aprobado para su importación en la Unión Europea, y se emplea para uso en alimentación humana y animal. Mas los ecologistas gallegos recalcan que ahora que se demostró que este millo no es bueno para la salud, "todo el proceso de aprobación fica en entredicho. No nos podemos sentir seguros con los transxénicos que hay en el mercado. No podemos seguir tolerando que las multinacionales experimenten con nuestra salud con el visto y prace del Gobierno y de las autoridades europeas", añaden.

Zonas libre de transgénicos en Galiza
En la actualidad hay varios ayuntamientos de Galiza que se declararon, simbolicamente, zonas libres de transxénicos, rechazando el cultivo de Organismos Modificados Xeneticamente (OXM), una herramienta con la que las administraciones locales y provinciais pueden proteger su medio, la salud de sus ciudadanos y la calidad de sus productos agrícolas, así como su biodiversidad. Los municipios que rechazan los transxénicos son los de Lalín y Silleda, en Pontevedra; Irixo y Verín, en Ourense; lo de Chantada y Riotorto, en Lugo; y los de Ames y Negreira, en Coruña.

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#3 El problema no es ni el progreso biotecnolígico ni la investigación cientifica, son "las patentes sobre seres vivos" (que fueron una imposicion de los intereses economicos en los 90). ¡Qué es eso de la propiedad de las semillas!. Los campesinos (sobre todo los pobres) tenemos la mala costumbre de intercambiárnoslas. Esto solo puede traer la miseria y la explotación del imperio de la Monsanto como de hecho ya sucede en la India y en gran parte del tercer mundo.

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#5 sobre eso, hay universidades agrícolas que sacan variedades distintas cada año, hay una cantidad de transgénicos no comerciales por no pagar a las universidades o por no ser variaciones no comerciales, Monsanto tiene a la venta patente de 2 genes, uno de protección al glifosato, que haciendo una rotación de cultivos y asociaciones de cultivos no tienes que usar en tu vida, por experiencia te lo digo, y la otra contra el taladro que afecta a ciertas plantas, algunas más que el maíz.

Monsanto esta en su derecho de sacarlo, pero los países tienen que adecuar sus leyes a esos productos, que pongan en los botes de glifosato de syngenta y bayern. Monsanto tiene que pagar a esas 2 empresas para vender su marca de glifosato en Europa por las patentes, que su uso puede dejar inútil la tierra en pegatinas como el tabaco, a ver si se venden las variedades RR.

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#4 La investigación genera un coste grandisimo. Por cada semilla que saliera al mercado, van 10 años de investigación y pruebas (como en las medicinas). La primera semilla vale millones ¿Se va a arriesgar una empresa a investigar 10 años para que, el segundo día, ya se la hayan copiado?

La miseria la trae si la prohibes, que aumenta el precio, si lo regulas, si lo controlas, la patente no tendria valor al 4 o 5 año, cuando saliera otra semilla de mayor calidad. (competencia se llama)

Y, no obstante, nadie te obliga a comprar semillas transgénicas, siempre puedes comprar otra semilla que, o esta intercabiada o esta comercializada `por una empresa

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No lo entiendo... la transgenesis no es la salvación, pero si ayuda a plantar un 1% más, y que este cultivo no necesite de pesticidas para su producción ¿donde está el problema?

¿Que las semillas las fabrica una industria? Muchisimas semillas actuales se fabrican en industria y no son transgenicas. La propiedad de la semilla doble de Maiz pertenece a un fabricante y la comercializa, y se vende bastante.

¿Por que en vez de prohibir, se regulariza y se realizan todos los controles serios de calidad y viabilidad humana y nos dejamos de tonterías?

Aquí va la entrevista a un científico, profesor de biotecnologia del CSIC y de un ecologista de Greenpeace.

http://partiendodecero.blogspot.com/2008/05/transgnicos.html

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#3 el problema es que el pesticida esta en el tallo de la planta(esperemos que no en el polen), ¿que se hace con los residuos de esa plantación?, si los dejas pudrir alegremente tienes una cantidad enorme de toxinas.
Aparte que se va probar el maíz resistente a herbicida(eso sí es una putada para el agricultor como usé mal el glifosato), por que el maíz mon no tiene razón de uso en Galiza, que gracias al clima es complicado tener plagas grandes de taladro, siendo inútil la ventaja genética, y el maíz mon es poco resistente a terrenos que se encharcan, por tanto es una planta no apta para este clima, los maíces del norte no son las mismas variedades que los del sur.

Aparte si en toda Europa esta prohibido el uso para consumo directo humano por que Galiza iba ser lo contrario.