El periodista sirio Mohammed al-Hariri ha sido condenado a la pena de muerte por “alta traición, ultraje a la dignidad del estado y conspiración con agentes extranjeros”. El comunicador fue detenido el 16 de abril, tras ofrecer una entrevista a la cadena de televisión Al-Jazeera. El régimen de al-Assad ha acusado a la emisora con sede en Qatar y a otros medios de comunicación extranjeros de formar parte de un complot global para provocar el caos en Siria.
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Siria y Palestina, distintos vetos. La misma muerte.