NO hay más esencia del animal humano que el deseo. Tres siglos antes del escándalo freudiano, un judío español nacido en Ámsterdam dio la fórmula: «el deseo es la esencia misma del hombre». Freud culmina su lógica: ni horror, ni crueldad, ni guerra, ni placer homicida son accidentes en la historia humana; son determinaciones de esa esencia. Pocos momentos hay tan inteligentes
Comentarios
Recomiendo esto: http://ishkarioth.com/luzbel/2009/07/22/de-la-avalancha-de-los-ninos-violadores/
#1 Gracias por el link. Me ha gustado y la he meneado (avalancha-los-ninos-violadores).