Las víctimas ni siquiera estaban clasificadas como víctimas de crímenes, sino como muertes naturales o por accidente. Pero una investigación más detallada ha descubierto que había puntos en común entre todas ellas. Al final, el asesino está localizado, y tiene las horas contadas. Traducción en comentario 1.
Unos diez delitos en los últimos dos años. Hombres y mujeres, ancianos, casi todas víctimas de accidentes domésticos, después muertos en el hospital. Casos diferentes entre sí, muertos clasificados como fallecimientos naturales o por accidente, solo ahora calificados como homicidios y todos obra de la misma mano. Un asesino en serie que ha actuado sin problemas en Roma y su región durante dos años, un criminal que se ha movido en el ámbito sanitario dando muerte a unas diez personas.
Las piezas del puzzle las han juntado los investigadores del equipo Cold Case de la comisaría de Roma dirigida por Vittorio Rizzi, hombres que trabajan sobre casos de muertes nunca resueltas, casos misteriosos que piden un porqué. Analizando las diez muertes los cuatro investigadores, el núcleo duro del equipo del ‘caso Freddi’, han encontrado un hilo rojo que unía a algunas de ellas: el lugar, el modus operandi, la edad de las víctimas. En suma, han trazado una serialidad que es casi siempre la que deslía el ovillo de los más intrincados casos criminales.
Y esta vez era realmente difícil porque estas muertes no estaban clasificadas como homicidios: sobre los cadáveres no había signos de violencia que hiciesen pensar en un delito. Muchos habían sido archivados como decesos naturales por infarto o accidentes domésticos. Pero gracias a la biología forense, la informática, y a los análisis de ADN, los cuatro investigadores de la sección III de homicidios han conseguido juntar las piezas de un puzzle perdidas en un espacio de dos años, y no solo unir esas muertes distantes, sino llegar a poner nombre y cara al asesino. Una persona que se movía en el ámbito sanitario, que ahora tiene nombre y cara, y que tiene las horas contadas.
[El resto del artículo cuenta otros casos anteriormente resueltos por la misma unidad]
¿Soy el único que ve aquí algo raro? ¿Si saben dónde está, lo tienen vigilado y ni puede escapar, por qué no lo han detenido ya?
Suena a una cosa de ésas que hacen para que el tío cometa un error y pillarle, porque si no, no se explica que se publiquen tantos detalles acerca del caso, cuando el tío ni siquiera está detenido...
#4 Pues si funciona será la bomba, porque tú y yo nos hemos dado cuenta del asunto nada más leerlo... ¿será el asesino tan poco avispado como para no enterarse?
Comentarios
Unos diez delitos en los últimos dos años. Hombres y mujeres, ancianos, casi todas víctimas de accidentes domésticos, después muertos en el hospital. Casos diferentes entre sí, muertos clasificados como fallecimientos naturales o por accidente, solo ahora calificados como homicidios y todos obra de la misma mano. Un asesino en serie que ha actuado sin problemas en Roma y su región durante dos años, un criminal que se ha movido en el ámbito sanitario dando muerte a unas diez personas.
Las piezas del puzzle las han juntado los investigadores del equipo Cold Case de la comisaría de Roma dirigida por Vittorio Rizzi, hombres que trabajan sobre casos de muertes nunca resueltas, casos misteriosos que piden un porqué. Analizando las diez muertes los cuatro investigadores, el núcleo duro del equipo del ‘caso Freddi’, han encontrado un hilo rojo que unía a algunas de ellas: el lugar, el modus operandi, la edad de las víctimas. En suma, han trazado una serialidad que es casi siempre la que deslía el ovillo de los más intrincados casos criminales.
Y esta vez era realmente difícil porque estas muertes no estaban clasificadas como homicidios: sobre los cadáveres no había signos de violencia que hiciesen pensar en un delito. Muchos habían sido archivados como decesos naturales por infarto o accidentes domésticos. Pero gracias a la biología forense, la informática, y a los análisis de ADN, los cuatro investigadores de la sección III de homicidios han conseguido juntar las piezas de un puzzle perdidas en un espacio de dos años, y no solo unir esas muertes distantes, sino llegar a poner nombre y cara al asesino. Una persona que se movía en el ámbito sanitario, que ahora tiene nombre y cara, y que tiene las horas contadas.
[El resto del artículo cuenta otros casos anteriormente resueltos por la misma unidad]
Otras fuentes:
Esta, con mucho texto coincidente con la meneada, añade que el asesino ya está permanentemente vigilado y no puede escapar:
http://luishipolito.blogspot.com/2010/05/lombra-di-un-serial-killer-roma.html
El corriere della sera también lo recoge:
http://roma.corriere.it/roma/notizie/cronaca/10_maggio_17/mistero-serial-killer-roma-1703033660844.shtml
#1 macho menos mal que no pagas tinta...
¿Soy el único que ve aquí algo raro? ¿Si saben dónde está, lo tienen vigilado y ni puede escapar, por qué no lo han detenido ya?
Suena a una cosa de ésas que hacen para que el tío cometa un error y pillarle, porque si no, no se explica que se publiquen tantos detalles acerca del caso, cuando el tío ni siquiera está detenido...
#3 Sí, yo también lo he pensado mientras lo iba traduciendo.
#4 Pues si funciona será la bomba, porque tú y yo nos hemos dado cuenta del asunto nada más leerlo... ¿será el asesino tan poco avispado como para no enterarse?
#3 Es que piensan traérselo a España, para ahorrar en pensiones sin que se note...
Lo identifican y ¿están esperando a que sean 11 para formar un equipo en el cielo?