Monseñor Pedro Agustín Rivera, químico y sacerdote, ha sido el principal promotor de un documento que ha recibido en México el apoyo de la diputada federal Beatriz Eugenia García (Partido de Acción Nacional). Ahora, el objetivo es el reconocimiento internacional de estos derechos: la ONU y la UNESCO tendrán que mojarse, pues es sabida su afición al fomento de políticas abortistas. Y siguen sin firmar el 90% de las declaraciones de Derechos Humanos existentes, los muy caras.
Comentarios
Yo quiero la Declaración de los Derechos Humanos del "preconcebido", nadie se preocupa de los pobres espermatozoides por ahí perdidos de la mano de Dios...
Ellos también se mueven y tienen vida independiente.
Ya que estoy:
Principio 1.- Todo espermatozoide y óvulo, discapacitado o no, disfrutará de los derechos enunciados en esta declaración.
Principio 2.- Todo espermatozoide tiene derecho a que se le reconozca como un individuo de la especie humana y por lo mismo cuenta con todos los derechos humanos reconocidos por la ONU, Organismos Internacionales y las constituciones de los Estados.
Principio 3.- Todo espermatozoide, tiene derecho a que se le reconozca su individualidad, en tanto que su código genético propio es único e irrepetible y por lo mismo diferente al de sus progenitores.
Principio 4.- Todo espermatozoide tiene derecho a que se reconozca y respete en él, el valor supremo de la vida, desde el momento de la espermatogénesis hasta su muerte natural y por lo mismo deberá ser respetado y cuidado este derecho a lo largo de todo su proceso de vida en la vagina y útero femenino o fuera de él.
Principio 5.- El valor supremo de la vida del espermatozoide debe ser el principio rector de quienes tienen la responsabilidad de velar por su desarrollo integral, dicha responsabilidad recae en primer término en su productor y de manera subsidiaria en sus demás familiares, en la sociedad y en el Estado.
Principio 6.- Todo espermatozoide deberá ser protegido de cualquier tipo de discriminación por motivo de raza, etnia, condición genética, sexo, origen social, situación económica, de él o de sus productores.
Principio 7.- El espermatozoide es un individuo en desarrollo, con sus derechos específicos, que no puede reclamarlos ni exigirlos por razones propias de esta etapa de su vida, por lo que se impone a sus productores, a la sociedad y al Estado la obligación irrenunciable de velar por su respeto.
Principio 8.- Todo espermatozoide para el pleno y armonioso desarrollo de su individualidad, deberá hacerlo bajo el amparo y responsabilidad de su productor
y, en todo caso, en un ambiente de afecto y de seguridad. La mujer receptora deberá contar con los cuidados propios y atenciones especiales de este periodo.
Principio 9.- Todo espermatozoide, dispondrá de las oportunidades y servicios, dispensados por la ley y por otros medios, en condiciones de libertad y dignidad, para que pueda desarrollarse física, mental, espiritual y socialmente, en forma integral; con este fin deberán proporcionarse tanto a él como a su productor cuidados especiales.
Principio 10.- Todo espermatozoide tiene derecho a una nacionalidad y el Estado deberá reconocer y proteger todos sus derechos.
#1 Tienes razón. Es indudable que, como cualquier célula, está viva. Y que al ser de humanos, es un ser humano.
Pronto tendremos que dejar de afeitarnos, no sea que acabemos con nuevas células humanas y nos detenga la inquisición por herejes quemables.
Cometiste el mismo error que ellos: no facilitas al espermatozoide el derecho a la libertad de religión. En ellos es normal: no aceptan que haya otro dios que el suyo... pero ¿en ti?
Es muy interesante este enlace, gracias.
Además, es bonito ver lo que dice la ley mexicana, uno de los 3 únicos países del mundo que es laicista por ley (los otros dos son Francia y Turquía):
"Los artículos 1, 4 y 22 de la Constitución Mexicana vigente y especialmente el artículo 123 tal y como han sido interpretados por parte de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, además de los Tratados Internacionales suscritos por México, protegen el derecho a la vida desde el momento mismo de la concepción."
Como México es un Estado laicista e incluso anticlerical, es evidente que la ley mexicana defiende a los seres humanos antes y después de nacer por razones éticas (matar seres humanos inocentes es indigno, antes o después de nacer) y no por razones religiosas.
La ética y la legalidad ultra-laicas de la ultra-laica constitución mexicana defienden al ser humano antes de nacer. Hablamos del Estado laicista con más población del planeta.
Ateo, tu postura de "laicismo abortista" es minoritaria, particular y extraña, toda vez que en el país laicista más poblado del planeta la constitución laicista defiende la vida desde la concepción (aunque en el DF se estén saltando la ley últimamente)...
Por lo tanto, no solo se puede ser laicista y provida (como la Constitución Mexicana), sino que ese es el caso del Estado laicista más poblado del planeta.
El abortismo laicista es una rareza europea y, en EEUU, una presión de las grandes cadenas del aborto (busca en Google los turbios negocios de la multimillonaria cadena de abortos "Planned Parenthood" y la riquísima "Mary Stopes").